Francia pide explicaciones a Vueling y a España por el desalojo de jóvenes judíos de un avión en Valencia

El ministro de Europa y Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, telefoneó el viernes a Carolina Martinoli, directora general de Vueling, para determinar si los jóvenes judíos habrían sido «objeto de discriminación por motivos religiosos». Martinoli aseguró al ministro galo que se está llevando a cabo «una investigación interna rigurosa» y que las conclusiones de ese proceso se compartirán con las autoridades francesas y españolas.

La asociación Club Kineret, organizadora de un campamento para jóvenes en España, puso el jueves una denuncia contra Vueling tras el trato recibido por 44 niños judíos y siete monitores que fueron desembarcados del avión, según ellos, «sin explicación válida, por orden del comandante».

El Club Kineret desmintió «formal y categóricamente» a través de su abogada «cualquier acusación de Vueling Airlines que insinúe que los menores causaron incidentes». Según esta asociación, los menores estaban sentados en sus asientos «respetando las normas y al personal» y «no representaban ningún peligro para la seguridad del vuelo».

El Club Kineret criticó la actitud de la tripulación y «la brutalidad» de la intervención de las fuerzas del orden españolas. La asociación se preguntó sobre «el carácter profundamente discriminatorio y potencialmente antisemita de este acto de rechazo y humillación pública».

Vueling y la Guardia Civil aseguran que el desembarco fue «únicamente por motivos de seguridad» y no por discriminación religiosa. La compañía denunció «el comportamiento disruptivo y la actitud de confrontación» de los jóvenes, que manipularon los equipos de seguridad para pasajeros, «lo que suponía un alto riesgo para la aeronave».