La falta de combustible se acerca a Moscú
La escasez causada porlos ataques ucranianos a las refinerías fuerza el cierre de gasolineras y eleva los precios cerca de la capital rusa
En la capital rusa hay abundancia. Por no faltar, no faltan ni Iphones, ni coches BMW, ni consolas Play Station, que llegan por el sistema ... de importación paralela aunque las empresas fabricantes se hayan ido del país. En las provincias es otro cantar. La falta más notoria a día de hoy es la de la gasolina. Según indican algunas estadísticas, incluso el 84% de los ciudadanos federales han sufrido este problema en mayor o menor medida. Y la región de Moscú, la que rodea casi totalmente la ciudad homónima, empieza a verle los colmillos al lobo. Ya hay señales que evidencian que la normalidad no es la misma que antes y que podrían llegar a sufrir en el futuro lo que sus compatriotas de otras zonas viven.
La principal razón de esta crisis en un país que tiene reservas ingentes de gas y petróleo son los ataques ucranianos contra las refinerías y otras instalaciones estratégicas. Estas operaciones buscan desgastar la retaguardia rusa y provocar problemas. A pesar de las evidencias, el titular de Energía culpó en una entrevista con la agencia TASS a los rusos de las subidas de precio del combustible y de la escasez. «El comportamiento de los consumidores fue influenciado por las noticias del cierre temporal de algunas refinerías. Esto causó un pico de la demanda y un aumento de los precios», explicó entonces.
En la ciudad de Podolsk, a solo una hora y media de la Plaza Roja en coche, ya se palpa la falta de combustible. Ruslán, un taxista de la localidad, confirma a este medio el problema. «Sí, sí, aquí nos falta gasolina», asegura. «Además ha subido de precio, y en mi negocio es un dolor de cabeza…», añade con preocupación. Otro conductor, Artyom, prefiere restar hierro a la situación. «Aquí puedes comprar toda la gasolina que quieras, toda», afirma.
En algunas estaciones de servicio, sin embargo, se nota que algo no va como debieraa. Una de ellas no tiene gasolina 95 ni diésel a pesar de su uso habitual entre los conductores. Aunque los consumidores y los trabajadores muestran poca disposición a confirmar esta información a un periodista, en un local de la competencia una vendedora acepta hablar anónimamente. «Sí, es verdad que otras compañías han sufrido problemas de suministro, algunas incluso han tenido que cerrar», explica. Apostilla que para su empresa «no ha habido ninguna escasez por ahora, pero quién sabe en el futuro». Las que han podido mantener su servicio se han visto obligadas a aumentar el precio, cuya media en la región de Moscú ha subido de los 63,22 rublos (0,68 euros) a los 65,1 (0,70 euros). Un alza que augura posibles complicaciones en el futuro.
El Gobierno prohíbe la exportación de gasolina y diésel y Minsk refuerza el envío de hidrocarburos
En otras regiones la situación es peor. Es el caso de Crimea (controlada por Rusia pero considerada internacionalmente parte de Ucrania), donde se estima que cerca de la mitad de las estaciones de servicio están inoperativas. En Novosibirsk los medios locales como BFM.ru publicaron el jueves que no había existencias de gasolina 92 y 95 en muchas estaciones. Los conductores locales que pudieron abastecerse tuvieron que hacer colas para repostar. El mismo problema se ha sufrido en diferentes grados en otras partes del país como Tuvá y Arjanguelsk, entre otras.
Medidas del Ejecutivo
A nivel estatal incluso se han adoptado medidas diversas como la prohibición de exportar gasolina y diésel, la eliminación de aranceles a la importación o el permiso temporal para usar monometilanilina en la gasolina para aumentar su octanaje (algo prohibido por ley). Uno de los aliados de Moscú, Minsk, ha acudido también al rescate de su «hermano mayor» con un aumento del envío de hidrocarburos refinados.
El Ministerio de Energía dijo el martes que confía en que la acumulación de reservas y la importación ayuden a estabilizar la situación. El aumento de los precios también ha impactado en la Bolsa, algo que las autoridades creen que se debe a la prohibición de exportar gasolina y diésel. El Gobierno también estudia medidas que le permitan obligar a las compañías de hidrocarburos a refinar al menos el 40% de su materia prima para dedicarlo al mercado interno. El problema incluso ha traspasado la frontera y un aliado cercano, Mongolia, teme tener el mismo problema pronto.
«La situación podría ser peor en zonas críticas en invierno (a punto de llegar al país), dificultando la movilidad civil, la actividad económica y el esfuerzo bélico siempre y cuando no se mitigue con importaciones o un racionamiento más estricto», explica a este medio Alexander Kokcharov, analista de Geoeconomía de Bloomberg. En posiciones alejadas del frente, Ucrania ha golpeado en diferentes ocasiones, tanto contra instalaciones militares como fábricas de armamento o las mismas refinerías, hasta el punto de que se ha reducido la capacidad de producción de combustible en uno de los mayores gigantes energéticos del planeta.
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