457 detenidos y 441 policías heridos en las protestas contra la reforma de las pensiones en Francia

El ministro lamentó «la radicalización de una pequeña parte del movimiento». Al Gobierno francés le preocupa especialmente la presencia de grupos de extrema izquierda muy violentos en las manifestaciones que «tratan de destruir las instituciones republicanas», dijo Darmanin.

«El país debe condenar a la extrema izquierda, los facciosos. Son extremadamente violentos», aseguró hoy el ministro del Interior en una entrevista con la cadena de televisión CNews. «Todo el mundo debería denunciar las violencias cometidas contra nuestras fuerzas del orden, las subprefecturas, los ayuntamientos, así como los numerosos destrozos», escribió Darmanin en Twitter.

Un millón de personas participaron ayer en las manifestaciones que tuvieron lugar ayer en todo el país contra Macron y la reforma de las pensiones, aprobada por decreto sin someterla al voto de los ciudadanos. Los sindicatos reivindicaron 3,5 millones de manifestantes en todo el país.

La manifestación en París, convocada por los sindicatos, comenzó en la calma, pero acabó con fuertes disturbios. Unos 1.500 «black blocs» –grupos radicales de extrema izquierda– destrozaron mobiliario urbano, tiraron proyectiles y se enfrentaron a las fuerzas del orden, que respondieron con gases lacrimógenos y cargas policiales.

Darmanin precisó que en París hubo ayer 903 incendios de mobiliario urbano o de basuras, que fueron apagados por los bomberos. Dos kioscos de prensa fueron incendiados y un apartamento, situado en una planta baja, totalmente destruido después de que manifestantes radicales incendiaran los cubos de basura que se acumulaban delante del inmueble por la huelga de basureros.

París no fue el único lugar donde se registraron escenas de violencia. En Burdeos, la entrada del ayuntamiento de París fue incendiada por un grupo de radicales. En Nantes, los manifestantes entraron por la fuerza en el Tribunal Administrativo y provocaron destrozos. Y en Lorient, unos desconocidos atacaron la comisaria y la subprefectura.

«No nos dejaremos intimidar», dijo Pierre Hurmic, alcalde ecologista de Burdeos, tras el incendio parcial del ayuntamiento. «¿De qué sirve intentar incendiar la casa del pueblo? Las violencias son inaceptables y no resuelven nada», añadió en Twitter el diputado ecologista Nicolas Thierry.