La pareja del abusador sexual Epstein exculpa a Trump de cualquier «situación inapropiada»
El Departamento de Justicia difunde la entrevista que mantuvo con la colaboradora del empresario que apareció muerto en una cárcel: «No hay lista»
Sin previo aviso, el Departamento de Justicia hizo públicas el viernes las cintas de nueve horas de entrevista con la pareja del fallecido Jeffrey Epstein, ... Ghislaine Maxwell, así como cientos de páginas con la transcripción de las mismas. No había, para decepción generalizada, ningún bombazo. Nada que incriminase a ninguna figura pública, ni siquiera a ella misma o al propio empresario. Por no haber, ni siquiera hay lista. «Absolutamente no», aseguró con su acento británico.
Con ello le daba la razón a la fiscal Pam Bondi, una de las personas cercanas al presidente de EE UU, Donald Trump, que había alimentado la teoría de que existe una lista con los nombres de todos los hombres poderosos e influyentes a los que el pederasta Epstein se ganó proporcionándole adolescentes, según han declarado estas en los tribunales. En julio la fiscal desmontó la conspiración promovida en el círculo del inquilino de la Casa Blanca, asegurando que no hay nada más que desclasificar.
Una de las víctimas, Virginia Giuffre, aseguró que el fallecido empresario le pagó 15.000 dólares por tener relaciones sexuales con el príncipe Andrés de Inglaterra en tres ocasiones cuando ella tenía 17 años. Negarse no era una opción, aseguró, «porque Epstein la hubiera matado a través de sus contactos». Los diarios de vuelo del avión privado a Londres y las Islas Vírgenes, donde el pederasta tenía una isla, confirmaron la versión de la chica, que también apareció fotografiada con su brazo por la cintura mientras paseaban por la playa. El hermano del rey Carlos III compró su silencio mediante una compensación económica que no se ha hecho pública.
Traslado a una cárcel mejor
Los seguidores de Trump sostenían que el expresidente Bill Clinton y otros prominentes demócratas estaban entre los invitados asiduos de Epstein a su isla de Little Saint James, pero Maxwell lo desmintió categóricamente durante la entrevista hecha pública con el adjunto a la fiscal general, Todd Blanche, quien fuese abogado personal del líder republicano. El alto funcionario habló con ella durante dos días en Tallahassee, donde la pareja del fallecido se encontraba cumpliendo una pena de 20 años en una prisión común. Poco después fue trasladada a una de las cárceles más benévolas del país, el Campamento Federal Bryan, en Texas, considerado por los expertos como «un club de campo» para mujeres de élite condenadas por fraudes fiscales.
Una de las víctimas de Epstein aseguró que el fallecido empresario le pagó 15.000 dólares por tener relaciones sexuales con el príncipe Andrés de Inglaterra en tres ocasiones cuando ella era menor
El financiero también recibió una condena leve en Florida en 2008 por solicitar la prostitución a menores de apenas 14 años, en un juicio en el que se identificaron 36 jóvenes abusadas. A todos sorprendió que se librase con solo 13 meses bajo custodia y trabajos voluntarios, lo que no sirvió para corregir su conducta. En enero de 2019 fue arrestado de nuevo con cargos más severos. Un mes después se suicidó en prisión, según la versión oficial. Maxwell dice en la entrevista que no cree «en absoluto» que su expareja y amigo se quitara la vida, aunque tampoco especula sobre cómo murió, ya que se atiene estrictamente a responder las preguntas de Blanche, que rondaron en torno a un centenar de nombres.
Los asesores de Trump, incluyendo al director del FBI, Kash Patel, habían sugerido en distintos pódcast una conspiración para asesinar a Epstein en prisión, con objeto de evitar que implicase a los poderosos que había cortejado con favores sexuales. Su expareja dice en la entrevista que se lo presentó en 1990 su padre, Robert Maxwell, propietario del diario británico 'Daily Mirror', quien también era buen amigo del actual inquilino de la Casa Blanca y de la que entonces era su esposa, Ivana, con la que tenía grandes simpatías «porque era checoslovaca como él», explica.
Un hombre reservado
Maxwell sostiene que Epstein tenía una disfunción eréctil que le impedía tener «un coito normal», pero que fue a partir de que terminaron su relación cuando empezó a viajar con «masajistas» adolescentes. Estas han declarado que fue ella quienes las atrajo y las convenció para que le dieran «masajes» a cambio de regalos, favores y hasta pagar sus estudios, haciéndose pasar por una figura materna. A Trump, dice, nunca lo vio ni en la casa ni en el avión privado del mandatario, aunque una de las víctimas, Maria Farmer, le sitúa en la vivienda del financiero en 1996 mirándole las piernas lascivamente. «Oh, no, ella no está aquí para ti, ven», le atajó el fallecido, según ha contado.
La expareja del pederasta sostiene que era reservado, «se guardaba las cosas» y no compartió con ella sus relaciones. «Nunca vi a ningún hombre hacer nada inapropiado a ninguna mujer de ninguna edad», asegura. Su caso está en proceso de apelación, pero incluso si la perdiese, Trump ha indicado que tiene derecho a ejercer el indulto presidencial.
Los expertos no tenían duda. La socialité británica que fuera pareja del inversor pederasta y luego le procurase las «masajistas» adolescentes que facilitaba a sus amigos en el poder había sido advertida de antemano de que el contenido de la entrevista se haría público, por lo que eligió cuidadosamente sus palabras para no incriminar a nadie, y menos a sí misma. Maxwell, de 63 años, asegura que no vio nada inapropiado en los masajes que recibía Epstein de las menores, mucho menos en Trump, amigo del financiero.
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