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Bolsonaro (d) se señala la banda recibida como nuevo presidente junto a su mujer. AFP

Brasil bendice a su nuevo presidente

El ultraderechista Jair Bolsonaro asume el cargo con la promesa de «combatir la basura marxista» y liberar al país de la corrupción

Marcela Valente

Buenos Aires (Argentina)

Martes, 1 de enero 2019, 11:23

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Brasil inauguró ayer un nuevo ciclo político con la toma de posesión del flamante presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, que asumió su cargo en medio de un desmesurado operativo de seguridad y con un discurso no menos polémico. El mandatario prometió «combatir la ideología de género», promover «el legítimo derecho a la defensa», «honrar» a las fuerzas de seguridad y restaurar la idea de que las escuelas sean «para formar mano de obra y no militantes políticos». «Vamos a respetar las religiones, nuestra tradición judeocristiana y a combatir la ideología de género conservando nuestros valores», prometió el nuevo jefe de Estado en uno de los pasajes más controvertidos de su alocución en el Congreso, tras jurar respetar la Constitución y las leyes ante la asamblea legislativa. Víctima de un atentado en setiembre, Bolsonaro, de 63 años, comenzó su discurso «agradeciendo a Dios por estar vivo» y lo finalizó con su lema de campaña: «Brasil por encima de todo, Dios por encima de todo».

Bolsonaro y su mujer se besan durante la ceremonia.
Bolsonaro y su mujer se besan durante la ceremonia. Reuters

Custodiado por cerca de 3.000 agentes de seguridad y militares, francotiradores, aviones de combate y misiles antiaéreos, Bolsonaro, excapitán del Ejército, optó por trasladarse desde la catedral de Brasilia hasta el Congreso en el tradicional Rolls Royce descapotable junto a su esposa Michelle. El día anterior se especulaba con la posibilidad de que desistiese de usar el coche abierto como medida de seguridad, pero no fue necesario.

De todos modos el trayecto fue tenso y el sonido de las sirenas de la policía ensordecedor. Uno de los caballos que escoltaba la caravana se desbocó y se acercó peligrosamente al automóvil que llevaba a la pareja, lo que causó un momento de susto, sobre todo a la primera dama. El animal fue retirado por los agentes de seguridad que iban junto al vehículo. Los miles de simpatizantes del nuevo presidente -que pasaron hasta cuatro controles para asistir a la investidura- casi no pudieron verlo debido al vallado que los mantenía alejados. «Mito, mito», le gritaban muchos de ellos, ataviados en su mayoría con la camiseta amarilla de la selección brasileña. Como se prohibió la venta ambulante, fueron los propios agentes de seguridad los que tuvieron que repartir agua entre el público debido al intenso calor que acompañó toda la jornada.

Vídeo. Bolsonaro jura como presidente de Brasil. AFP

Bolsonaro se desplazó en el coche descapotable saludando y repitiendo compulsivamente su característico gesto con el que simula disparar una ametralladora. Sonriente y relajado, el nuevo mandatario se permitió hacer bromas durante el acto en el Congreso, donde firmó los términos de la toma de posesión. «Me estoy casando con ustedes», les dijo a los legisladores, provocando las carcajadas de diputados y senadores de su bloque. Después le tocó el turno al general Hamilton Mourao, su vicepresidente. «Ahora un capitán va a mandar a un general», continuó con las bromas, que solo rieron los suyos. En el acto no estuvo presente ningún diputado de izquierdas.

Bolsonaro llega en descapotable a la ceremonia.
Bolsonaro llega en descapotable a la ceremonia. Efe

Mal comienzo con la prensa

M. Valente.- «Nunca hemos vivido una situación tan restrictiva para la prensa», se quejaba en Brasilia la veterana periodista de la red 'O Globo', Miriam Leitao, respecto a las pésimas condiciones en las que trabajó la prensa durante los actos de investidura del nuevo mandatario brasileño. «Es inaceptable y un peligroso antecedente», alertó la profesional. Sin contacto casi con los protagonistas, los periodistas debieron permanecer hasta 14 horas en un mismo sitio, sin agua y bajo la exigencia de pedir autorización a los encargados de la seguridad para ir al baño. Los actos se desarrollaron en la catedral, el Congreso, el Palacio del Planalto y el de Itamaraty, pero la prensa debió elegir uno de los sitios y permanecer allí.

Molestos por lo que consideraron una suerte de encarcelamiento, periodistas de China y Francia abandonaron la sede de la Cancillería en pleno desarrollo de la ceremonia. «Ni a los animales se los trata así», se quejaba en las redes sociales una periodista del 'The Intercept Brasil'. Algunos de ellos denunciaron que fueron amenazados con disparos si incumplían las órdenes. «La necesidad de seguridad está siendo usada como un pretexto para restringir el trabajo de los medios de comunicación», advirtió Miriam Leitao. Desde la campaña, Bolsonaro ha tenido una muy mala relación con los periodistas, con excepción de los representantes de las cadenas de las iglesias evangélicas, que ayer tuvieron un acceso privilegiado a los actos.

El presidente criticó en reiteradas ocasiones a medios periodísticos que revelaban irregularidades en su campaña como la de inventarse y difundir noticias falsas sobre su principal rival. Desde entonces, priorizó el contacto directo con sus seguidores a través de las redes sociales, como hace el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Este martes, al comenzar el día, Bolsonaro se burló de una información publicada en el semanario 'Veja' en la que un columnista mencionaba que el mandatario había tenido que «tirar de las orejas» a sus hijos, que suelen hacer declaraciones polémicas. Bolsonaro se río de la información, a la que calificó de falsa noticia, y se mostró en una foto junto a sus tres vástagos varones.

«Sumisión ideológica»

En su discurso de once minutos, al que tambiém asistieron los mandatarios extranjeros invitados, Bolsonaro convocó a los legisladores a «restaurar la patria y a ayudar en la tarea de liberar definitivamente al país del yugo de la corrupción, de la violencia y la sumisión ideológica». Más temprano, en las redes sociales, el presidente había anunciado que va a «combatir la basura marxista que se instaló en las instituciones educativas».

Y parace que su discurso ha calado entre los brasileños. Según una reciente encuesta de Datafolha, el 65% del electorado es optimista respecto de la nueva Administración y el porcentaje de los que creen que el próximo gobierno será «bueno» o «muy bueno» es superior al número de votantes en segunda vuelta (55%) pero inferior, eso sí, a las expectativas que generaban otros mandatarios, por encima de 70%. Este martes también tomaron posesión de su cargo los 26 gobernadores de los Estados y del distrito federal, elegidos en 2018. Del total de nuevas autoridades, solo tres gobernadores pertenecen al partido de Bolsonaro, aunque casi la mitad de los nuevos mandatarios simpatizan con el nuevo presidente.

Después de la jura en el Congreso, Bolsonaro se dirigió al Planalto, sede de la presidencia, donde lo esperaba el presidente saliente Michel Temer para entregarle la banda en el balcón y dejar sellado así el traspaso de mando hasta el 31 de diciembre de 2022. Marginal en las encuestas a comienzos de 2018, Bolsonaro comenzó a crecer en los sondeos después de que el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva entrase en prisión en abril por corrupción y blanqueamiento de capitales. Con el ataque que sufrió en setiembre, cuando un desconocido lo apuñaló, el ahora presidente debió retirarse de la campaña. No obstante, el atentado incrementó su popularidad y el líder ultra triunfó en primera y segunda vuelta.

Ana Pastor encabeza la delegación española

La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, encabeza la delegación española en la toma de posesión del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, que tendrá lugar este martes 1 de enero en Brasilia.

Pastor estará acompañada por el secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica y el Caribe, Juan Pablo de Laiglesia y por el embajador de España en Brasil, Fernando García Casas --que fue el anterior secretario de Estado--.

Aunque el Gobierno de Pedro Sánchez evitó felicitar de forma expresa y pública al ultraderechista Bolsonaro por su victoria electoral, sí ofreció la colaboración española para los desafíos futuros. Brasil es un país muy importante para España por su peso regional y por la estrecha relación económica entre ambos.

Además, el Ejecutivo socialista ha hecho hincapié en su voluntad de reforzar e institucionalizar la relación con todos los países de Iberoamérica, al margen de ideologías e intereses bilaterales.

Con Ana Pastor, España estará representada en Brasilia por la tercera autoridad del Estado. La presidenta del Congreso ya ha desempeñado esta labor en otras ocasiones, la última de ellas el pasado agosto, con el presidente de Colombia, Iván Duque.

En el caso de Colombia en agosto, Pastor asumió el encargo porque los médicos del Rey Juan Carlos --que ha asistido a varias desde su abdicación, entre ellas la de Sebastián Piñera en Chile en marzo-- le desaconsejaron el viaje.

En cambio, el pasado 1 de diciembre fue Felipe VI quien acudió a Ciudad de México para la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador, una función que no había desempeñado desde que asumió la Corona. Como Príncipe de Asturias había acudido a un total de 69.

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