Hallan otras diez fosas comunes en los alrededores de Iguala

Los familiares de los jóvenes desaparecidos iniciaron la búsqueda de estas fosas comunes en una zona rural conocida como La Laguna, donde a los pocos minutos encontraron un fémur. "Ese hueso nos da esperanza para encontrar a nuestros familiares", dijo Guillermina Sotelo, madre de una persona en paradero desconocido. Poco después, otro familiar encontró partes de un cráneo. "Este sitio es el inicio, todo el cerro seguro es un panteón, todo el municipio", indicó Jorge Popoca, que busca a su mujer y a sus hijas, en declaraciones recogidas por el diario mexicano 'Milenio'.

En total, han encontrado diez fosas comunes, siete con restos óseos y tres con ropa manchada de sangre. "Daremos parte a la Procuraduría General de la República para que hagan las pesquisas correspondientes", ha adelantado Julia Alonso, de Ciencia Forense Ciudadana.Por su parte, Jiménez Blanco, otro de los familiares, ha denunciado el abandono del Gobierno. "¿Dónde están los 2.000 efectivos que estaban buscando? No se ven, mejor nosotros logramos encontrar algo", ha lamentado.

Caso Iguala

Los 'normalistas' llegaron a Iguala el 26 de septiembre para recaudar fondos para viajar a la capital mexicana el 2 de octubre con el fin de participar en la conmemoración de otra matanza, la de Tlatelolco. Ese día la esposa del alcalde tenía previsto presentar un informe de su labor al frente del Sistema de Desarrollo Integral para la Familia municipal y, ante el temor de que los estudiantes reventaran el acto, como ya había ocurrido en el pasado, el alcalde ordenó a la Policía actuar contra los 'normalistas'.

Policías de Iguala, apoyados por agentes de Cocula, interceptaron a los jóvenes a la entrada del municipio y abrieron fuego, matando a uno de ellos y dando lugar a un enfrentamiento que se saldó con seis muertos y 25 heridos.

Una vez controlada la situación, detuvieron a los 'normalistas' que no consiguieron huir, les condujeron en varios furgones policiales a los límites entre Iguala y Cocula y se los entregaron a Guerreros Unidos. A partir de ese momento se pierde el rastro de los 43 'normalistas'. Queda ahora el análisis de las cenizas, ya que el de los cadáveres de la veintena de fosas comunes halladas en Iguala y municipios cercanos ha revelado que no son los jóvenes.