La ayuda de Arriate para que la vida se abra paso en Boma
Contagia Solidaridad, ONG impulsada por el cura del pueblo y con 15.000 euros donados, vuelve al Congo para ampliar la sala de maternidad que construyó en 2019
A Rafael Caro, popularmente 'Carito', se le conoce, mediáticamente, por su faceta deportista. El cura de Arriate, natural de Villanueva del Trabuco, es triatleta, pero ... sus fieles saben mucho más de él, que rebosa solidaridad, tanta, que ha contagiado prácticamente a un pueblo entero. Y es que el sacerdote habitualmente colabora con proyectos humanitarios en distintos países. Aquí está el germen de Contagia Solidaridad, de la ONG a la que ha tenido que dar forma, junto con otras personas, para canalizar la voluntad de ayuda de los arriateños y otros vecinos de la zona. Así, en 2019 lograron construir en Boma, en el Congo, una sala de maternidad y este mes de agosto viajarán de nuevo a esta ciudad para ampliar las instalaciones, para en una segunda planta habilitar un espacio para la atención pediátrica y para atender a recién nacidos y sus madres que presenten complicaciones.
A esta intervención dedicarán los alrededor de 15.000 euros que han logrado reunir gracias a la donaciones de vecinos y colectivos, ante los que Caro se mostró muy agradecido, y mediante la celebración de eventos como verbenas solidarias.
El viaje está previsto, concretamente, este 21 de agosto: «Viajaremos diez o doce, pero el proyecto es de todo el pueblo de Arriate y de nuestros allegados», comentó Caro, al tiempo que dijo que entre los miembros de este grupo figuran profesionales sanitarios, del Área de gestión sanitaria Serranía de Málaga, en Ronda. «El proyecto va más allá, llevamos enfermeras, una maestra, una psicóloga... También se trabajará con los niños, en prevención de salud, bucodental... Incluso, medioambiental».
Este proyecto nació por medio de una conocida que ya trabajaba en Boma: «Siempre intentamos elegir una sitio en el que no opere ninguna otra ONG. Nos habló de la problemática de la mujer al dar a luz, que una cesárea podía acabar con la muerte de la mujer y del bebé, una infección de orina... Cosas a las que aquí casi no le prestamos atención, allí pueden significar la muerte», expresó este sacerdote, que añadió: «Por ello, se nos propuso construir una sala de maternidad y la construimos en 2019 y en 2020 ya estaba funcionando. Antes no había nada allí, a una mujer que daba a luz la metían en una habitación con otras 20 personas, sin ventilación... En unas condiciones pésimas».
Como un Materno-Infantil
Así, la segunda fase del proyecto de Contagia Solidaridad en Boma se centrará en crear una segunda planta con una sala para pediatría, con sus consultas, una sala para bebés prematuros, con su incubadora, y una sala de recuperación para las madres que la necesiten. «Al final, cuando acabemos, quedará como una especie de Materno-Infantil», dijo Caro.
El cura también insistió en que la intención de la ONG es que en Boma autogestionen las instalaciones, por lo que se le ofrecerá formación. «El proyecto no se trata de que nos estén esperando 15 días al año para ver qué ayuda les llevamos, queremos que ellos gestionen las instalaciones», deseó el religioso, que se mostró muy emocionado por su vuelta al Congo: «Imagínate cómo nos reciben... Los recursos son tan precarios que vas con una caja de bolígrafos y te hacen una fiesta, por decirlo así...».
Por último, cabe recordar que Contagia Solidaridad también trabaja con la optometrista de Ronda Concha Márquez, que igualmente viajará al Congo este mes para habilitar una especie de unidad de atención visual, formando a personas en esta misma ciudad para que puedan graduar la vista. Ésta, con la que contactó la ONG para proponerle colaborar, ha reunido, de donaciones, 30.000 gafas y aparatos.
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