Indignación y resignación por las obras en el corazón comercial de Alhaurín de la Torre
La transformación de la Avenida de España trastoca a sus negocios y bares, donde piden más información y agilidad en los plazos
José Rodríguez Cámara
Alhaurín de la Torre
Sábado, 6 de enero 2024, 00:04
«No pasa nada, solo que el café con leche te lo tomas con un poquito de polvo y ya está, pero, por lo demás, ... estupendo», explica la clienta de una pizzería, en el eje de la Avenida de España, la principal arteria comercial de Alhaurín de la Torre. El depósito de partículas en suspensión en la bebida que toma para desayunar esta mujer, que es vecina de la zona, se debe, según ella, a las obras que se ejecutan en la calle por las que, abunda, «tampoco duermo bien». Más allá de estas complicaciones domésticas, lo cierto es que la avenida está en plena transformación;#un proyecto integral, en ejecución con fondos del Ayuntamiento y del Estado, que ha supuesto que el suelo se abra en canal para, en una primera fase, embovedar el arroyo Blanquillo, un riachuelo que también discurre bajo las aledañas Plaza de San Sebastián y Mirador de Bellavista.
En su fase actual, los trabajos, que comenzaron a finales de octubre de 2023, implican el corte del tráfico y la eliminación de buena parte de la zona transitable a pie. Montse Manrresa y Francisco Barro, al frente de un local de comida para llevar, lo explican de otro modo: «El cliente que llegaba con su coche, lo hemos perdido». Mientras una excavadora recoge tierra a unos metros de sus paellas y demás guisos, embutidos en una vitrina sellada, que los aísla del exterior, hacen cuentas: «Nos cuestan las obras unos dos mil euros al mes. Hay menos negocio y, además, hemos tenido que contratar a un chaval y comprar una moto, para tratar de compensar con los envíos a domicilio». No esperan que nadie les devuelva lo perdido, pero reclaman que, al menos, la Administración local atienda a la reunión que le solicitaron, todavía sin respuesta alguna.
En la acera de en frente, que no se ve, puesto que la ocultan unos gigantescos tubos de hormigón, un grupo de obreros y sus máquinas, Ellen Sanders mantiene la puerta de su boutique bien cerrada, en algún momento que otro, se cuela tierra removida. Aunque entiende la necesidad del proyecto, confía en que, por lo menos, se cumplan los plazos que, según anunció el Ayuntamiento, serán de unos seis meses. Otra comerciante, que prefiere no dar su nombre, no tiene claro que vaya a ser así: «Hay cuatro gatos trabajando y, el viernes, a la hora de comer, cortan. Si es una obra importante, en una calle llena de actividad comercial, podrían trabajar también los fines de semana, por ejemplo, para que no se demoren», argumenta. El dueño de una de las peluquerías que hay en la zona de obras habla de una pérdida de clientes directamente proporcional al tiempo que lleva en marcha el proyecto de renovación urbanística. Se llama Enrique y tiene su establecimiento justo en la cuesta que une Mirador de Bellavista y Avenida de España; Rosa Bustos, a la que arregla el pelo mientras responde, le da la razón: «Mi marido, sin ir más lejos, es uno de los que ha dejado de venir, tiene problemas para andar, no puede».
Y es que, a consecuencia de la remodelación en curso, se ha creado un circuito peatonal, descartada la movilidad en coche, que implica que se hayan generado «islas» en la que hay negocios que se queda aislados; es lo que ocurre con un supermercado que, normalmente, era un no parar de clientes, o el kiosco de la Plaza de San Sebastián; allí, donde hay varias terrazas de bares, explica una de las empresarias afectadas, «más de un comensal se han levantado y han dicho que se iban sin consumir, con el plato ya puesto». A raíz de las quejas, relata, colocaron unos toldos que, se congratula, «algo hacen».
El área de Comercio ya ha anunciado que, además de las medidas que eviten que la arena y el ruido traspasen el área de trabajo, se pondrá en marcha la campaña «Abierto por obras» para impulsar toda la actividad comercial de la avenida y las zonas próximas, con una promoción específica en distintos formatos. Por el momento, el Ayuntamiento ha colocado en el vallado, carteles que señalizan el paso hacia las distintas vías afectadas por el proyecto. Estos, se unen a los que, algún comerciante, ya había instalado por su cuenta, para recordar que sigue allí.
Cuando llevó el proyecto al pleno de la Corporación, en el último trimestre del año pasado, el PP se quedó solo en su aprobación, ya que VOX se abstuvo y el PSOE y Con Andalucía votaron en contra. De nada sirvieron para convencer a la oposición municipal que el objetivo de esta intervención es que se revitalice esta avenida, con un mayor protagonismo del suelo destinado al peatón y el mantenimiento de todos los árboles que la flanquean, algunos históricos y de gran porte. Para lograr este propósito, la inversión municipal aprobada asciende a 900.000 euros, destinados a la renovación de la pavimentación y el rediseño de la superficie de esta arteria comercial, con el objetivo de crear una plataforma única.
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