Diputación destinará 300.000 euros para un jardín de experiencias sensoriales para autistas en Antequera

Salado, que ha agradecido la concesión de este premio, ha apuntado que la intención de la institución provincial es que el centro de autismo se convierta en «una gran referencia no sólo para la provincia de Málaga, sino en Andalucía y en toda España».

El jardín, que ocupa una superficie de 19.800 metros cuadrados dentro del complejo La Vega, será un espacio para atender a personas con TEA de la provincia y para desarrollar proyectos de investigación y experimentación social.

De este modo, el presidente ha señalado que se configura como un lugar de ocio para compartir con las familias, un área de recreo con carácter pedagógico, un área divulgativa y de juegos, una zona de deporte, espacios para la contemplación y un jardín terapéutico.

La Diputación de Málaga y la Fundación EDAU (Educación Autismo) firmaron recientemente un protocolo para desarrollar proyectos y actividades en un complejo que incluye también un inmueble de 290 metros cuadrados, en el que la institución provincial ya ha invertido 400.000 euros.

Este edificio funcionará como centro de día y entrará en funcionamiento a primeros de año con las primeras ocho plazas una vez que estén conveniadas con la Junta de Andalucía. Según ha explicado el presidente, esta apertura constituirá la primera fase del centro de autismo, un proyecto que se va a acometer por fases.

El inmueble cuenta con sala de estar con comedor, sala de atención especializada, una sala anexa con acceso independiente para tratamiento individual, una sala de fisioterapia, vestuarios y baños adaptados. La intención es que las familias sean protagonistas en las actividades de este centro de autismo y que se impliquen las entidades sociales y las empresas privadas a través de sus políticas de RSC.

El autismo es una condición de origen neurobiológico que afecta principalmente a la comunicación y a la interacción social. No lleva asociado ningún rasgo físico o diferenciador y acompaña a la persona a lo largo de toda su vida, aunque sus manifestaciones pueden variar en función de la etapa vital, de las experiencias y de los apoyos que reciban esas personas.

Se estima que, en toda España, el 1% de la población infantil presenta este trastorno y estas personas, cuando son menores pero también cuando crecen, necesitan ayuda. En la provincia se calcula que son más de 11.000 las personas afectadas.