Cuevas Bajas celebra 20 años de la Fiesta de la Zanahoria Morá con tradición y gastronomía

El próximo 1 de diciembre, Cuevas Bajas se vestirá con sus mejores galas para conmemorar este vigésimo aniversario. Este evento, que quintuplica la población del municipio de forma habitual, propone un programa de actividades variadas pensado para todas las edades y gustos de los visitantes y vecinos del pueblo.

Las celebraciones tendrán su inicio a las 11:00 horas con el estreno del mercado en la calle Real y respaldado por un mural elaborado por la artista Daniela Miazzo, que narrará las aventuras de Juanita La Morá y SúperZM, unos peculiares embajadores turísticos de la localidad.

Los más pequeños también tienen su protagonismo en esta festividad, donde podrán disfrutar de talleres infantiles, maquillaje con glitter en tonos morados y un torneo de realidad virtual llamado 'Atrapa a Juanita'. La fase dinal de este torneo virtual se proyectará en una pantalla gigante para el disfrute del público. Además, para los más melómanos habrá pasacalles y actuaciones musicales de Trío Gabanna y Requiebros, así como un showcooking a cargo del restaurante Arxiduna, donde los asistentes podrán degustar migas acompañadas de zanahoria morá.

A las 12:00 horas, la comunidad rendirá homenaje póstumo a Francisco Artacho Jurado. Más conocido en la localidad como Paco de la Huerta Primera, impulsor clave de la producción de la zanahoria morá en Cuevas Bajas durante el siglo XX tendrá su momento de protagonismo. De hecho, serán los propios vecinos del municipio los encargados de dedicarle el tradicional pregón de la fiesta dándole la importancia que requiere una figura de su envergadura.

Como novedades, este año, el evento introduce los Molletes Moraos y Moraitos, versiones con y sin gluten, que celebran las dos décadas de esta fiesta gastronómica. Según el alcalde Manuel Lara, «Queremos que las familias disfruten de la gastronomía donde Málaga se asoma al Genil, en La Villa Morá».

La zanahoria morá, símbolo de la localidad, destaca por su tamaño (puede pesar más de un kilo), su característico color y sus propiedades saludables, como su riqueza en vitaminas A, B y E, además de componentes anticancerígenos y diuréticos. Este tubérculo, cuya producción local alcanza los 300.000 kilos anuales, tiene una gran demanda en mercados internacionales.