Auxiliadora Sánchez, alcaldesa de Atajate: «Es buen momento para aprovechar el tiempo y hacer cosas pendientes en familia»
La alcaldesa de Atajate asume con resignación la cuarentena, pero reconoce que en un pueblo tan pequeño la situación se vive «diferente»
Hace ya varias semanas que en Atajate solo se escucha el silencio en sus calles. No ha hecho falta que el Gobierno ordene el confinamiento ... de la población para que los 168 habitantes del municipio más pequeño de Málaga se encierren en sus casas. La mayoría son personas mayores (solo hay 37 vecinos con menos de 30 años empadronados) y el miedo al contagio por coronavirus se palpa en el ambiente.
Su alcaldesa, Auxiliadora Sánchez, admite que esta cuarentena era previsible. «Desde que la situación empezó a agravarse en Italia era cuestión de días que ocurriese lo mismo en España. Teníamos el cuerpo hecho», confiesa Sánchez. Pero no por esperada, es cómoda. Como el resto de españoles guarda, con paciencia y resignación, la cuarentena en casa junto a su marido y sus dos hijos, de 11 y 13 años. «Las horas se hacen eternas para ellos. La niña mata más el tiempo con el móvil, pero mi hijo insiste en que se aburre. Por eso, aprovechando el tiempo que ahora pasamos juntos, el domingo empezamos a ordenar el garaje. Son cosas que uno va dejando y que ahora es buen momento para arreglar», relata Sánchez, quien ya tiene pensada la siguiente actividad para hacer en familia: partir almendras. «Tengo un saco lleno, así que dará para varios días de entretenimiento», apunta Sánchez. Mientras su marido, empleado de la construcción, está pendiente de que le digan si tiene que acudir a trabajar, los niños emplean parte de la mañana con los deberes y actividades que el colegio les pone a través de la plataforma virtual. «Además, la dinamizadora cultural y juvenil del municipio ya ha diseñado una serie de actividades por videoconferencia para que los jóvenes del pueblo puedan evadirse de todo esto durante unas horas», explica Sánchez.
Pese a seguir todas las recomendaciones del Gobierno y respetar el confinamiento en casa, la alcaldesa admite que en un pueblo tan pequeño donde no ha habido ningún caso de coronavirus las cosas se viven de forma algo diferente. «Mi hijo tiene asma y puntualmente salgo con él a la puerta de casa para que le dé el aire. Sin embargo, ninguno de los 19 niños que hay en el colegio se han vuelto a juntar para jugar al fútbol», expone.
Vivir en Atajate es vivir en plena naturaleza, en el corazón de la Serranía de Ronda. «Aquí es difícil cruzarte con alguien; son personas mayores que no salen de casa y ahora menos aún, por eso, también tengo la responsabilidad de que estén atendidas y no les falte de nada. Parte de mi tiempo también tengo que dedicarlo ahora a eso y a procurar que si necesitan comprar pan, medicinas o sacar la basura alguien puede hacérselo, incluida, yo misma. Es tiempo de quedarse en casa, pero también de que los mayores, que son tan vulnerables, lo pasen de la mejor forma posible», explica la regidora, que el lunes «no tuve más remedio que acudir al Ayuntamiento a resolver unos asuntos«.
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