De estar casi seca a desbordar agua: así está la Fuente de los Cien Caños de Villanueva del Trabuco

Gracias a las lluvias, este espacio natural ha cambiado radicalmente de aspecto en menos de un año: de salir pocas gotas de sus míticos caños a rebosar agua de manera continua por toda su estructura. El nivel de precipitaciones ha sido tan elevado que el agua no solo brota con gran potencia de sus 101 caños (pese a que su nombre indique que son cien), sino que también se filtra de manera continua a través de las piedras de su fachada frontal, creando una imagen espectacular.

Este emblemático enclave se encuentra en el complejo ecológico de la Sierra de Camarolos, dentro del término municipal de Villanueva del Trabuco, y es considerado uno de los símbolos tanto del pueblo como de la comarca de la Sierra Norte de Málaga. Incluso hay quienes lo consideran el nacimiento oficioso del río Guadalhorce, ya que, aunque oficialmente este nace a unos kilómetros de distancia, dentro de la provincia de Granada, la Fuente de los Cien Caños es uno de sus principales aportes de agua.

Por sus singulares características y su ubicación, este espacio está declarado Monumento Natural de Andalucía y catalogado como rincón singular de la provincia de Málaga. Además de ser uno de los manantiales que alimentan el Guadalhorce, es también un punto de referencia para senderistas, ya sea como punto de partida o de paso en numerosas rutas de montaña.

«Tras las últimas lluvias, la Fuente de los Cien Caños ofrece un espectáculo natural único: el agua brota con fuerza de cada uno de sus caños, creando una imagen impresionante que solo puedes vivir aquí», expresaba en sus redes sociales el Ayuntamiento de Villanueva del Trabuco, destacando la belleza del manantial en su máximo esplendor.

Con este notable cambio en su caudal, la Fuente de los Cien Caños vuelve a convertirse en un punto de gran interés tanto ecológico como turístico en la comarca. Las lluvias recientes han permitido la recuperación de este emblemático manantial, cuya importancia va más allá de su valor paisajístico, al ser una fuente de agua clave para el entorno natural y un atractivo para visitantes. Las autoridades locales continúan monitoreando la evolución del caudal y recuerdan a los ciudadanos la importancia de respetar este espacio natural, declarado Monumento Natural de Andalucía, para garantizar su conservación en el tiempo.