Ania Santos, 'la niña de los slaloms' que asombra al automovilismo andaluz

Al principio, competir en un mundo dominado por hombres le generaba «mucho respeto». La malagueña se enfrentaba a rivales que duplicaban su edad y que acumulaban más de 14 años de experiencia en muchos casos. «Algunos nunca habían visto a una chica corriendo a su lado, y al principio fue un poco raro», comenta. Sin embargo, pronto empezó a sentirse como una más en el circuito. «Me siento una más, aunque tenga 23 años. Nunca me he sentido discriminada, siempre han estado con los brazos abiertos para ayudarme y darme consejos, por lo que a muchos los considero como mi familia». Estas relaciones dentro del circuito han sido clave para que su adaptación sea completamente natural.

Más allá de las pistas, la vida de Santos es todo un desafío. Con 23 años, trabaja como auxiliar de enfermería, tiene dos grados superiores y está enfocada en entrar a la universidad, todo mientras sigue cumpliendo su sueño de competir en slaloms. Su pasión por el motor, que viene desde la infancia, fue impulsada por su padre, un apasionado del automovilismo. «Mi padre estaba metido en esto, así que no podía ser de otra manera», explica. Su entorno siempre estuvo rodeado de coches de carreras, y desde pequeña tenía claro cuál era su mayor deseo: tener su propio coche de competición.

Después de ahorrar con su primer trabajo, Santos pudo cumplir ese sueño, aunque rápidamente se dio cuenta de que el automovilismo es un deporte costoso. A pesar de las dificultades, encontró en los campeonatos de Andalucía de slalom una opción más accesible para su presupuesto. Ahora, tres años después, no solo se ha consolidado en este circuito, sino que ya ha hecho historia al proclamarse campeona de Andalucía Junior y mantener un firme tercer puesto en la Clase 2, donde compiten pilotos de todas las edades.

El slalom, modalidad en la que compite la joven malagueña, es una disciplina que mezcla velocidad y habilidad al volante. Los pilotos deben completar un recorrido lleno de conos en el menor tiempo posible sin cometer errores, y en esta especialidad Santos ha demostrado ser la mejor. Lo certificó en la séptima prueba del Campeonato de Andalucía de Slalom, celebrada en La Rambla, Córdoba, donde se proclamó campeona de Andalucía Junior a falta de tres pruebas por disputar.

Detrás de sus éxitos, la piloto de Alozaina no está sola. Uno de los pilares más importantes de su carrera es el apoyo incondicional de su pueblo. Santos destaca el respaldo tanto de sus vecinos como de las instituciones locales, que siempre la han acompañado en su trayectoria. «Alozaina se ha volcado conmigo, tanto la gente del pueblo como el Ayuntamiento siempre me han dado visibilidad y ánimo», subraya. Además, su familia, especialmente su padre, es una pieza clave en su éxito. «Mi familia, mis amigos, e incluso amigos de mis padres siempre me han apoyado. No estaría aquí sin ellos», confiesa.

El esfuerzo detrás de sus logros es constante. En el circuito de Casarabonela, donde la malagueña entrena, dedica largas jornadas a mejorar su técnica y el rendimiento de su coche. «Siempre hay algo que falla, algo que mejorar. No paro hasta que el coche está perfecto y me sienta cómoda», explica. Para ella, la preparación nunca termina: revisar cada detalle del vehículo y ajustar su técnica son parte del día a día de una piloto comprometida con su pasión.

Mirando hacia el futuro, Santos tiene claro que quiere seguir creciendo en el automovilismo. Aunque su prioridad sigue siendo el slalom, no descarta probar en otras disciplinas como las cronometradas o las competiciones de montaña. Además, con la ausencia de un campeonato de su categoría a nivel nacional, la deportista malagueña tiene en mente la posibilidad de competir en otras regiones de España, como Extremadura, Madrid, Valencia o Murcia. «Me gustaría probar en otros sitios porque son completamente diferentes a lo que tenemos aquí en Andalucía», concluye, dejando claro que su ambición y ganas de romper barreras siguen intactas.