Málaga se moja por la Gran Recogida

Existe en Málaga una creencia popular más que extendida que defiende que en cuanto caen cuatro gotas, la ciudad cambia el ritmo. Por eso la lluvia de ayer cayó como un jarro de agua fría en los primeros compases de la campaña de la Gran Recogida, que repartía a sus 4.000 voluntarios en 327 supermercados de la provincia para lograr un reto sin precedentes: 600.000 kilos de alimentos en dos días. Los primeros temores fallaron afortunadamente, ya que la lluvia no sólo no desanimó a los malagueños, sino que cada vez son más los que se mojan por los demás. «Los andaluces somos muy buena gente». El diagnóstico lo aportaba Isabel Fernández, vecina de calle Hilera, tras dejar su bolsa llena de comida en uno de los tres contenedores que el Lidl de la zona habilitó para sus clientes. «Como tengo nietos, he ido cogiendo pensando en los niños que lo necesitan», añadía.

El goteo no sólo estaba de puertas afuera, sino que dentro de la mayoría de supermercados de la provincia los contenedores se fueron llenando a un ritmo que el presidente de Bancosol, Javier Peña, no dudó en aplaudir en una de las visitas al supermercado de El Corte Inglés. Allí le ponían cara al enorme colectivo de voluntarios un grupo de seis universitarias que no dudaron en sumar su grano de arena y dejar las clases para por la tarde. «La gente se está volcando. Nos preguntan mucho qué es lo que hace falta», celebraba una de ellas, que incluso puso ejemplos de personas que iban «con prisa» pero que les dejaban a ellas el dinero para que hicieran una compra.

Entre los voluntarios, de todas las edades, el sentimiento era ayer el mismo. «Es un orgullo poder estar aquí y echar una mano», señaló Alejandro Briales, del Grupo Scout 125 de San Estanislao, que estuvieron en Carrefour de Rincón de la Victoria. Muchos procedían de colegios o empresas que han participado este año.

El balance del primer día, en el que se alcanzaron los 280.000 kilos casi la mitad de la meta fijada hace presagiar un final de campaña positivo. Sobre todo teniendo en cuenta que en ediciones anteriores el día fuerte es el sábado, según explican. Aunque el trabajo no terminará este fin de semana. Durante un mes, 500 voluntarios clasificarán los productos en el almacén de Bancosol.