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El Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre quiere contar con un nuevo atractivo que aproveche su ubicación, a medio camino entre la sierra y la costa. La idea ya está en los papeles y ha sido bautizada como Senda Fluvial Guadalhorce-Jarapalos, tal y como explica el concejal de Medio Ambiente, Abel Perea. Esta intervención tiene como objetivo abrir un sendero de 12 kilómetros que aprovechará caminos públicos y la servidumbre de paso de los principales cauces del término municipal.
El recorrido ya está planificado en un proyecto básico, listo para su desarrollo, aunque está a la espera de financiación, tal y como apunta el responsable municipal. El presupuesto que maneja la Administración local es de medio millón de euros y confían en contar con el respaldo económico de la Diputación de Málaga, en el marco de su plan estratégico del Corredor Verde del Guadalhorce.
«Nuestra apuesta es por la recuperación, mejora y puesta en valor del máximo posible de espacios públicos y naturales en todo el término municipal», explican desde el equipo de Gobierno. De este modo, pueden favorecer el disfrute por vecinos y por visitantes.
En cuanto al modelo se senda que está contemplado, será respetuoso con el entorno y, además, su apertura permitirá la recuperación de los cauces, su limpieza. Gracias al aprovechamiento de las de las zonas de dominio público que ya existen, se generará una plataforma de tierra, de unos dos metros de ancho, tal y como detalla el responsable municipal. Donde sea indispensable, las conexiones del trazado serían posibles con pequeñas obras y el empleo de puentes de madera. Será una ruta cómoda, para cualquier tipo de usuarios, tanto caminantes como deportistas que busquen una actividad más exigente, con distintos puntos de entrada, como la propia Sierra de Jarapalos o el parque deportivo y de ocio San Joaquín, junto a las pistas de tenis y donde ya hay un área de aparcamientos. Un trayecto que comience en el monte y que, conforme avance hacia el casco urbano, se dirija hacia Zapata para llegar a la capital, ya en la desembocadura del río.
No es la única intervención que proyecta Alhaurín de la Torre en el entorno de su sierra. Tras las pasadas lluvias torrenciales, el Ayuntamiento anunció un plan la transformación de una cantera, en desuso y a los píes del monte, para que haga de freno a las riadas. La propuesta que ya está en desarrollo es crear allí un parque inundable, un terreno que tenga capacidad de anegarse, absorbiendo posibles avenidas de agua, para que luego, esta sea encauzada y permita la regeneración de los acuíferos.
Gracias a este obra, habría capacidad para absorber hasta 260 millones de litros de pluviales, según las primeras estimaciones municipales.
Del mismo modo, está a la espera de desarrollo la restauración de la cantera de Pinos de Alhaurín. La fase administrativa encara su última fase, en la antesala de los trabajos que hagan posible la regeneración de una antigua explotación a cielo abierto, con la plantación de 17.000 árboles y con 10.000 metros cuadrados de especies arbustivas.
La Junta emitió, en noviembre, la declaración ambiental estratégica sobre este proyecto, paso previo a la puesta en marcha del plan especial, que impulsa el Ayuntamiento para intervenir en este espacio. Fuentes municipales aclaran que las medidas que tiene que acometer la Administración local serán elevada a pleno «en los próximos meses».
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