Hablan los afectados: «Tardo 45 minutos cada día en un trayecto que sin colas son apenas 10»

En cambio, por la tarde, cuando acude a recogerlo, hace el mismo trayecto en apenas 10-12 minutos. «Este año está siendo peor que los anteriores: desde que empezamos septiembre no ha habido día que no haya atasco». Preguntado por una posible solución, recuerda los estudios que está haciendo el Ministerio de Transportes. «Abrir un carril más sería solo un paño de agua tibia», por lo que apunta a la necesidad de hacer otra circunvalación.

Elisa es monitora en el mismo centro y vive en La Cala. «Salgo de casa a las ocho menos 10 y llego sobre las 8.15-8.20 (esto es, 25 a 30 minutos de trayecto). Los días que entra antes, sobre las 7.00, el tráfico es más fluido, pero se complica a partir de las 7.30-7.45, por los padres que dejan a los niños y siguen al trabajo. A su juicio, el problema es que cada vez hay más población en la zona Este, «comparado con el año pasado se ven muchos más coches en la autovía». A ello, se une la entrada de todos los colegios a la vez.

Gonzalo es vecino de la calle Cáceres, muy cerca de la rotonda de Cerrado de Calderón, y aparejador de profesión, así que aporta las dos visiones. Cada mañana acompaña a su hija para ayudarla a cruzar los peligrosos pasos de cebra que conectan con el otro lateral, bajo la autovía. «La situación es caótica y peligrosa: caótica, porque son muchos niños que hay que traer a los colegios y eso provoca muchos retrasos y atascos». Pero además es peligrosa, con pasos de cebra que califica de «asesinato en primer grado».

Además, en la rampa en curva que sirve para llegar a la parte alta hay continuos accidentes. «Esto es una brutalidad y tiene poco arreglo, está todo construido y no hay posibilidad de hacer más viales». Por ello, a su juicio, la única solución pasa por restricciones de tráfico o el escalonamiento en la hora de entrada de los niños a los centros, «pero la ampliación de viales es imposible».

«Llevo 11 años sufriendo los atascos de la salida de la autovía y de la rampa de subida», se lamenta Gema, madre de una alumna del Colegio Británico. «Mi hija tiene que entrar a las nueve menos 10 y llegamos todos los días a las 8.30». Vienen de la avenida de Andalucía y tarda unos 20 minutos. Lo peor es la subida a la urbanización, al pasar por el resto de colegios, «sobre todo el Liceo, donde siempre hay muchos coches aparcados en la puerta, cortan un carril y nadie regula... Los van a dejar dentro de la clase», bromea.

«Siempre está colapsado». Lo peor, a su juicio, fue la decepción de las obras de lo que llama «el 'Scalextric' (la rampa de subida), que parecía que iba a mejorar pero ha sido todo lo contrario, se forman unos atascos impresionantes, no ha ayudado nada». Su propuesta es que, en lugar tener de calles de doble sentido, crear un circuito en la urbanización, con una ruta con dos carriles sólo de subida y otra de bajada.

Patricia es profesora en este mismo centro y vive en la zona de Cruz del Humilladero, desde donde tarda una media hora en llegar, «aunque depende de la hora a la que salga: si es sobre las 8.00 llego bien, pero 10 minutos más tarde pillo atasco». De hecho, advierte de que en la ronda llega un momento en que la cola empieza antes del puente donde está el enlace. Cuando hace el mismo recorrido en cualquier otro momento del día son «menos de 15 minutos».