El tardeo en la Feria pudo con la ola de calor
La crónica ·
Con motivo del festivo de este martes, miles de malagueños y visitantes se citaron en el real de la feria en busca de música en directoLa calima cubría el cielo de Málaga y elevaba las temperaturas del lunes, jornada previa al festivo local de este martes. Pero el tardeo de ... la feria pudo con la ola de calor y con los 35 grados que llegaron a marcar los termómetros. Con buen ambiente a mediodía en el Centro, pero demasiado agobio por las altas temperaturas, los visitantes y malagueños prefirieron trasladarse –en su mayoría– al recinto del Cortijo de Torres. «Al menos podemos buscar una caseta que tenga un buen aire acondicionado», comentaba esperanzado Mario, a punto de subirse al autobús F que lleva al real.
Lo cierto es que en el Cortijo de Torres había programación dispuesta a provocar un tardeo de lunes repleto de gente. La mítica banda Mr. Proper, que ha estado una década tocando en la feria del Centro de la plaza del Obispo, estrenaba su fichaje en el real por la caseta Le Grand Perchelera, donde actuará todas las tardes a partir de las cinco hasta que termine la feria. «Este ambiente es inmejorable, la gente viene dispuesta a pasar un buen rato sin malos rollos ni nada. Me está encantando», explicaba a SUR Carlota, que llegó de Madrid justo este lunes para pasar unos días con sus amigas de la universidad.
En El Patio de Antojo, después de una larga cola, un lleno total de amantes del tardeo locales. Los malagueños que suelen asistir los viernes en cualquier época del año a este local del Soho no faltaron a esta cita feriante que puede que sea el día de esta feria en el que más locales acudieron al real. Con el grupo Alejados, el grupo de Javier y Carlos disfrutaban a eso de las ocho de la tarde, hora punta de este tardeo de lunes: «Esta es la mejor opción porque termina antes la fiesta y no hay que estar hasta la madrugada en una caseta. ¡El tardeo es lo mejor que se ha inventado!», exclamaban los amigos.
Abuelas de fiesta
También casetas como Siempre Así, Señorío o Copacabana tenían el tardeo en su programación. Algunos, con ambiente más familiar como El Pimpi, provocaron que hasta las abuelas se quedaran a vivir el tardeo. Fue el caso de Manuela, de 73 años, que acudió con sus nietas e hijas a comer y finalmente se quedó hasta pasadas las nueve: «Yo estoy muy a gustito, aquí puedo estar tranquila y disfrutando de la feria. Quién me lo iba a decir...», comentaba Manuela, el puro ejemplo de que el tardeo funciona en el real y es para todos los públicos. A pesar del calor.
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