«Hace mucho calor, voy a ocho botellas de agua por día»
Marina Plaza, Relaciones Públicas en la caseta Maritrini
Llega sobre las 13.30 horas al recinto del Real Cortijo de Torres y no se va hasta cerca de las 20.30. La joven ... malagueña Marina Plaza, de 24 años, está viviendo su primera vez como relaciones públicas en la Feria de Málaga y comenta con SUR cómo está siendo su experiencia de trabajo para la caseta Maritrini. «Hace mucho calor, voy a ocho botellas de agua por día porque es imposible aguantar», confiesa Marina, que ha estudiado Terapia Ocupacional y se prepara para las oposiciones del SAS, «aunque en feria es imposible estudiar, ya me pongo con más tiempo en cuanto empiece septiembre», aclara.
Depende de la hora va lanzando diferentes ofertas de los folletos que va repartiendo por las calles cercanas a la caseta. «A mediodía ofrecemos paella gratis al pedir una consumición. Luego, en la hora de después de comer, que es la de más calor, tenemos tinto y cerveza gratis. Más tarde, cuando va llegando la noche, ya hacemos las ofertas de las copas, que es lo que suele reclamar la gente», explica Marina Plaza, que trabaja en el día a día con otros cinco compañeros más. «La verdad es que la gente en feria viene receptiva, todo el mundo viene a tomar algo. No es lo mismo que cuando trabajo de relaciones públicas en el Centro durante el invierno, que es mucho más complicado conseguir vender las ofertas», compara.
Ha decidido trabajar esta feria para poder ganar «un poco de dinero extra» ya que ha terminado los estudios. El horario que tiene como relaciones públicas le permite ser una de las trabajadoras que hacen la Feria de Málaga, pero también una de las jóvenes que disfruta de ella. «Con este horario también tengo tiempo para poder salir con mis amigas en la feria y disfrutar de estos días de fiesta de la ciudad», asegura.
Y confiesa que no ha tenido que sufrir ningún incidente ni comentarios despectivos de ninguno de los asistentes al real. «Lo bueno de trabajar en la feria de día es que la gente no ha bebido tanto y hay muchos que vienen en familia y con los niños. Más tarde quizá se notan más los efectos del alcohol. Hay de todo, pero la verdad es que está siendo una feria muy buena; me está gustando, pensaba que se iba a hacer más pesado o que iba a pasar vergüenza. Pero la realidad es que la gente en Málaga viene de buen rollo y con el fin de pasarlo bien. Al menos eso es lo que yo veo», concluye Marina.
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