El after de la democracia
En la sede del PP bailaron anoche con la seguridad que te da vivir en un país ingobernable
Txema Martín
Lunes, 21 de diciembre 2015, 01:41
La tragedia comenzó a mascarse en la sede de UPyD, donde prepararon té para todos y había más periodistas que militantes; ninguno de ellos sabía ... exactamente qué pintaba allí. Podemos alquiló el Teatro Goya para hacer allí la zona vip de la intentona de fiesta en la plaza del Reina Sofía, donde desde el minuto uno todos tenían caras de bajón. En el teatro, montaron una especie de chill-out para seguir las elecciones. Allí se confirmó que los círculos de Podemos son en realidad un fenómeno psicodélico. Los de Ciudadanos quisieron darse una fiesta de verdad.
En su sede, un cartel en la barra anunciaba combinados a 12 euros, refrescos y cervezas a 6, unos precios que son de puticlub o de fiesta pija; el mero uso de la palabra combinado ya resulta sospechoso. A alguien se le oyó decir aquello de yo hasta que no esté el 100% escrutado no descorcho el champán. Los militantes de Ciudadanos en realidad están contentos porque se han gastado menos dinero del que tenían planeado para un domingo por la noche, que es cuando sólo te gastas las sobras de la noche anterior.
En la sede del PP bailaron anoche con la seguridad que te da vivir en un país ingobernable. Mariano Rajoy, que todavía está ofendido porque le llamaron indecente en prime time, preparó para salir a ese balcón horrendo del que suelen salir los del PP ganen o pierdan una versión de balada heavy del himno del PP. Con los primeros acordes, Soraya se echó a llorar. Seguro que ella también ha tenido ganas de abrazar a Alberto Garzón cuando ha salido con esos ojos llorosos, unos ojos que no le pegan a alguien que tiene un millón de amigos. Para entonces, Pedro Sánchez ya se había convertido en holograma. Cuando por fin pronunció la frase hemos hecho historia, Antonio Hernando desconectó la máquina y se fueron a cargarla. Ya estaba bien por esa noche. Ya se había terminado la fiesta de después de la democracia.
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