Málaga, 2021

Podemos plantearnos de entrada algunas cuestiones que tendrán gran repercusión sobre la economía malagueña. La primera de ellas, el Brexit. Una vez despejadas las mayores preocupaciones en torno al intercambio de bienes, aún queda por aclararse si un mayor 'rozamiento' en los trámites comerciales influirán en los intercambios a largo plazo. La cuota de ventas de alimentos y bebidas al Reino Unido –con diferencia la más importante de Málaga– ha pasado del 4% en 2018 al 5,1% en 2020 y, sin conocer aún los datos al cierre del año, podemos estar seguros de que sobrepasarán los 57,7 millones de euros de 2019. Por otro lado, la Costa del Sol malagueña es uno de los destinos favoritos de los expatriados británicos y de sus turistas y, aunque a corto plazo no vayan a producirse grandes problemas, el día a día de la aplicación de los acuerdos postBrexit puede terminar teniendo gran incidencia tanto en el mercado turístico como en el residencial e inmobiliario.

De otra parte, la movilización de los fondos europeos para combatir la crisis consecuencia de la pandemia se cuenta entre los factores que influirán positivamente sobre nuestra economía en 2021. En este escenario, los esfuerzos por diversificar el tejido económico malagueño y su apuesta por la transformación tecnológica se verán recompensados en la medida en que sean utilizados para potenciar una economía malagueña mucho más innovadora y sostenible.