Los autónomos tienen a su alcance nuevas ayudas profesionales

El nuevo texto legal, que sustituye a su análogo de 2017 y obedece a la naturaleza de la creación de la Dirección General del Trabajo Autónomo, contempla dos tipos de subvenciones principales, aunque su convocatoria aún no tiene una fecha concreto de inicio.

Una de ellas está orientada a las actuaciones de promoción del trabajo autónomo en el ámbito estatal, y pueden solicitarla tanto asociaciones profesionales de autónomos como otras entidades asociativas, fundaciones y universidades. En concreto, las acciones objeto de esta subvención serán las de fomento, apoyo y asesoramiento a emprendedores, campañas promotoras del autoempleo, la elaboración de informes, la organización de congresos y la puesta en marcha de iniciativas que den a conocer y cualifiquen el trabajo independiente.

A esta subvención se añade la relativa a sufragar los costes de funcionamiento de las asociaciones profesionales de trabajadores por cuenta propia de España, siempre que estén inscritas en el registro REAPTA, cuenten con sede propia y, al menos, dos empleados en plantilla. Pero para obtenerla es necesario cumplir un requisito adicional, el «carácter intersectorial», que consiste en que la asociación integre a autónomos de tres sectores diferentes, como mínimo.

El programa de Desarrollo del Trabajo Autónomo, bajo el que están vertebradas estas nuevas subvenciones, contempla tres ideas fundamentales. La primera es la defensa del trabajo decente, para la consecución de condiciones laborales dignas, y de «un tejido económico y social más sólido que contribuya al bienestar social». El medio para lograr este objetivo es la formación y la especialización de los profesionales que ejercen por cuenta propia, así como la innovación proyectada sobre los negocios, aunque sin dejar de lado la salud laboral y la conciliación con la vida personal y familiar.

El segundo de los ejes es el impulso a la cultura del emprendimiento. Se trata de un apoyo institucional en materia de financiación, de acompañamiento y asesoramiento, incluso en cuestiones como facilitar los trámites administrativos y de mejora de la regulación. Por último, el tercero radica en «situar el diálogo social como vehículo dinamizador de las personas emprendedoras».

La cantidad de cada subvención depende de los puntos obtenidos, según los criterios objetivos de otorgamiento, pero existen unos límites. Específicamente, la dotación máxima de la subvención en la esfera de la promoción del trabajo autónomo es de 150.000 euros, pero únicamente si la actividad es una acción de apoyo y asesoramiento, un programa de fomento de la cultura emprendedora o una campaña de comunicación y divulgación. En contrapartida, solo es de 50.000 euros si se trata de organizar una formación, un acto o de la elaboración de un estudio. En todo caso, la puntuación depende de las características del proyecto a llevar a cabo.

Por otra parte, en lo que respecta a la subvención para los gastos de funcionamiento de las asociaciones de trabajadores por cuenta propia, esta garantiza un mínimo de 10.000 euros. La puntuación aquí, sin embargo, no está vinculada con los proyectos sino con el número de empleados que tenga contratados la entidad, así como de sus jornadas laborales.

La subvención enfocada a fomentar actividades de promoción del trabajo autónomo se puede emplear para los diferentes gastos que suponga el proyecto, así como para el pago de los salarios del equipo. Pero en la ayuda destinada a los propios costes de funcionamiento de las asociaciones, la cuantía también puede asignarse a arrendamientos de locales, reparaciones o primas de seguros, entre otras partidas relacionadas con la organización interna.