Málaga presume de chumbos con «la mejor temporada» que se recuerda
José Miguel Guzmán, de 'El Tío Lo Chumbo', logra prolongar la cosecha y abrir camino hacia una producción casi anual gracias a las lluvias y a una filosofía ecológica
La temporada de chumbo en la comarca de Málaga, y en especial en Coín, ha sido este año excepcional. Así lo asegura José Miguel Guzmán, ... productor y propietario de la finca 'El Tío Lo Chumbo', uno de los principales referentes en Andalucía. Gracias a unas lluvias generosas y bien repartidas, la cosecha ha alcanzado un nivel de vigorosidad y dulzor difícil de igualar. El resultado no solo ha sido una producción abundante, sino también una campaña más larga de lo habitual, prolongándose varias semanas respecto al año pasado.
«Ha sido el mejor año de los últimos tiempos», confiesa Guzmán con satisfacción, mientras muestra orgulloso las chumberas repletas de frutos. El secreto, dice, ha estado en la combinación del clima, la riqueza de la tierra y el cuidado constante. «La clave es la constancia y los 20 años de experiencia. Estamos logrando lo que parecía imposible: tener chumbos casi todo el año», afirma. Una afirmación que no es gratuita, pues en su finca ya se observan nuevas floraciones que apuntan a fruto fresco en pleno invierno.
Esta regularidad en la producción es un hito para un cultivo que tradicionalmente se concentraba en verano. Guzmán insiste en que el terreno de Coín es fundamental para alcanzar esta calidad. La tierra rica en hierro, la orientación sur y el buen drenaje hacen que las raíces no se pudran y que la planta conserve su verdor y vitalidad. «El hierro da fuerza, el agua corre y no se estanca, y todo eso se nota en el sabor», resume.
«Estamos logrando tener chumbos casi todo el año», puntualiza Guzmán
Otro pilar de su filosofía es el respeto al medio ambiente. En 'El Tío Lo Chumbo' no se emplean herbicidas ni insecticidas químicos. La finca se maneja de forma ecológica, aprovechando la hierba natural para retener la humedad y apostando por soluciones como el jabón potásico, que actúa como insecticida natural y, a la vez, refuerza el dulzor del fruto. Todo esto se debe a que los chumbos, según Guzmán, son naturaleza pura, si los adulteras «pierden su esencia», por lo que la salud del suelo y la planta es «la base de la calidad».
La apuesta no se limita al chumbo tradicional. Guzmán ha introducido con gran éxito la llamada tuna verdura, una variedad destinada tanto a la cocina como a los batidos. Tierna, nutritiva y rica en vitaminas, está conquistando mercados locales y despertando curiosidad entre chefs y consumidores. «La gente la pide cada vez más, y ya estamos sembrando hectáreas enteras», comenta. Este producto, que puede prepararse a la plancha, al vapor o en zumos, se ha convertido en un complemento que diversifica la oferta y abre nuevas oportunidades de negocio.
El mercado ha respondido con entusiasmo. Los clientes, asegura Guzmán, valoran no solo el tamaño y dulzor del chumbo, sino la confianza en un producto cuidado al detalle. «Me dicen que desde que entramos con ellos la gente busca nuestros chumbos y no otros. Pagan más, pero saben que es calidad garantizada», explica. Mientras algunos productores han tenido que malvender o incluso dejar caer los frutos al suelo, 'El Tío Lo Chumbo' ha vendido todo lo que ha sacado al campo, llegando incluso a quedarse corto para la demanda.
El camino recorrido no ha sido fácil. Guzmán recuerda cómo hace años el chumbo era un producto marginal, poco valorado en los mercados. Sin embargo, la constancia, el trabajo diario y la difusión en medios han dado la vuelta a esa percepción. «El primer reportaje que salió en televisión fue un antes y un después. Desde entonces, la gente se ha dado cuenta de lo que vale este fruto», señala. Hoy en día, incluso clientes de otras provincias como Cádiz acuden a Coín en busca de cajas enteras, atraídos por la singularidad de un producto que «donde va, triunfa».
El futuro se presenta optimista. Con nuevas plantaciones y la experiencia acumulada, José Miguel Guzmán confía en consolidar la presencia del chumbo malagueño en los mercados durante todo el año. «Lo que hace falta es fe y respeto a la tierra. Si la cuidas, ella te lo devuelve», resume con una mezcla de humildad y orgullo. El malagueño lanza una invitación clara y llena de ilusión: «Que vengan a Coín, al mercado agroalimentario, y lo comprueben con sus propios ojos. Esto es naturaleza en estado puro», finaliza Guzmán.
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