Andalucía impulsa la bieconomía circular
El proyecto comunitario Robin ayuda a las regiones europeas a acelerar la transición verde
J. A.
Jueves, 11 de septiembre 2025, 02:00
Es un concepto más usado, aunque no siempre se tenga clara su definición. La bioeconomía circular es un fenómeno emergente en el sector primario europeo. ... Y, en este contexto, Andalucía mantiene desde hace años una clara apuesta por desarrollarla. No en vano, ha sido de las primeras regiones europeas en adoptar un modelo de gobernanza específico, en concreto con la Estrategia Andaluza de Bioeconomía Circular (EABC) y con la aprobación del Plan de Acción de Bioeconomía Circular en la Cadena de Valor Agroalimentaria de Andalucía 2025-2030.
Entre las iniciativas más importantes que se han desarrollado en este contexto destaca especialmente el proyecto europeo ROBIN, financiado por el programa Horizonte Europa. Éste finalizó este pasado mes de agosto tras haber contribuido a mejorar la gobernanza o gestión pública de la bioeconomía circular en Europa desde Andalucía. Este proyecto impulsado modelos de gobernanza innovadores en bioeconomía circular para ayudar a las administraciones regionales europeas a acelerar la transición verde.
Andalucía es una de las cinco regiones piloto de la Unión Europea que han participado este proyecto ROBIN para promover estos nuevos modelos de gobernanza innovadores que ayuden a impulsar la Bioeconomía Circular, junto a Baden-Württemberg (Alemania), Central Macedonia (Grecia), Southern Region (Irlanda) y Zilina (Eslovaquia).
El proyecto ROBIN, liderado por el socio griego Q-PLAN, ha ayudado a las autoridades regionales europeas a diseñar estructuras y modelos de gobernanza para acelerar la consecución de sus objetivos en bioeconomía circular. Para ello, se han constituido Constelaciones Regionales Multi-actor (MARC por sus siglas en inglés), que involucran a actores clave de la cuádruple hélice para concretar y colaborar en estructuras de gobernanza novedosas y que estén bien integradas en las ya existentes en las regiones.
En el caso de Andalucía, la MARC ha estado integrada por representantes de la Academia, como el CSIC-Instituto de la Grasa y las universidades de Almería y Granada; cooperativas como Ecogestiona y San Isidro de Loja; los consumidores a través de UCAUCE; y empresas públicas como Emasesa y privadas como Tepro, Grupo La Caña o La Canastita.
Una de las grandes aportaciones del proyecto ha sido la elaboración de una caja de herramientas práctica para mejorar el diseño, funcionamiento y monitorización de los modelos de gobernanza de bioeconomía circular, que ahora queda a disposición de aquellas otras regiones que la quieran utilizar, además de las regiones incluidas en el proyecto, que ya las han aplicado y testeado.
También se ha elaborado una guía de réplica de la metodología desarrollada y una propuesta de 20 recomendaciones políticas a medida de las necesidades de las regiones europeas.
Durante todo el desarrollo del proyecto, se ha mantenido coordinación con la CCRI-CSO (Circular Cities and Regions Initiative) y otras iniciativas europeas complementarias, con el fin de facilitar la diseminación de los resultados y su replicabilidad, maximizando su impacto.
El proyecto, además, ha sido reconocido a nivel nacional en España en la primera BioCircular Summit con el Premio Estatal Biocircularidad en la categoría de Cooperación Público-Privada.
Los socios andaluces que han liderado la aportación regional al proyecto europeo ROBIN son la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) y CTA (Corporación Tecnológica de Andalucía).
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