El tropical malagueño necesita producir más para no perder protagonismo en Europa
Expertos consideran que hay margen para doblar la producción, aunque demandan mejorar las infraestructuras hídricas y el manejo de las plantaciones
Viernes, 17 de julio 2020
El tropical malagueño es un sector rentable, puntero en tecnología, innovación e investigación. Sin embargo, produce menos de lo que debería, toda vez que ... el crecimiento de la demanda va un ritmo muchos más elevado. La cosecha se vende y hay demanda, pero las producciones son limitadas, mientras que otros países productores si están produciendo más, copando así mercados como el europeo, que es nuestro principal destino. Por ello, desde el sector se considera una prioridad incrementar la productividad por hectárea de las explotaciones, que actualmente está casi a la mitad que en otros países -entre 5.000 y 6.000 kilos por hectárea, mientras que hay otros países que llegan hasta los 20.000-. Para conseguir este objetivo es necesario un mejor manejo de las plantaciones, aprovechando el conocimiento que han desarrollado centros de Investigación como La Mayora en este sentido, pero también con más inversiones en infraestructuras hídricas, una demanda histórica por parte de los productores con el fin de poder contar con más dotación de agua.
Estas son algunas de las conclusiones alcanzadas en el encuentro virtual sobre «Los Subtropicales en Málaga: hacia el liderazgo mundial», organizado por SUR en colaboración con la entidad financiera Cajamar y la Autoridad Portuaria de Málaga, dentro del ciclo de encuentros virtuales sobre Tenencias y Desafíos del Agro Malagueño. El foro se desarrolló ayer en el hotel AC Málaga Palacio y en el mismo participaron el gerente de Banca de Empresas de Cajamar, Juan Pedro Feria; el director general de TROPS, Enrique Colilles; el profesor de investigación del CSIC y jefe del departamento de Fruticultura Subtropical del IHSM La Mayora, Iñaki Hormaza, y el coordinador nacional de Frutas y Hortalizas de Asaja, Benjamín Faulí.
«Somos un sector rentable, aunque eso no quiere decir que gane mucho dinero. Creo tecnológicamente y en innovación somos un país adelantado, puntero a nivel mundial, pero nuestra producción está claramente desfasada. El mundo va por unos parámetros y nosotros por otros inferiores. Producimos menos de lo que deberíamos producir. El precio de venta es satisfactorio, se vende y hay demanda. En esta pandemia hemos visto que la demanda de aguacate es creciente y estable. El consumidor ya sabe que es una fruta saludable y lo demanda. No ha habido ninguna caída en el consumo, sino todo lo contrario. Pero nuestras producciones son muy limitadas. Tenemos la peor producción por hectárea de los países que están en el mercado», ha señalado el director general de Trops, una organización de productores integrada sólo por agricultores -unos 3.000 que van desde Valencia al Algarve portugués-, especializada en la producción de aguacates y mangos.
Según Colilles, hay países nuevos en la producción de aguacates como Colombia que hace cinco años que apenas exportaba a Europa y este año «ha exportado el mismo volumen que la totalidad de la producción española y en nuestra misma época. De momento, el mercado prefiere el aguacate español porque está mas rico, pero nosotros vamos perdiendo cuota de mercado y eso bueno no es. Tenemos que mejorar la producción de nuestras explotaciones, pero no sólo con el manejo de los agricultores, sino con nuevas infraestructuras, porque hay países que producen de 10 a 12 toneladas por hectárea. Aquí hay agricultores que lo hacen, porque tienen agua», ha afirmado Colilles, que ha recordado que Israel, que es un país competidor donde no sobra el agua, tiene más dotación para riego que los agricultores malagueños. La dotación actual por hectárea y año está en 4.000 metros cúbicos, en el caso de la Axarquía.
«Si incrementamos nuestra producción con la superficie que tenemos pasaremos de ser un 8 o 10% en el mercado europeo a un 20%, que ya son palabras mayores. Pero si disminuimos porque no tenemos agua suficiente nos pueden sustituir. Si en lugar de crecer bajamos nos pueden decir que nuestra fruta es más rica, pero somos solo un 6% y además somos más caros. Por eso hemos empezado a hacer promoción de marca y origen para que el consumidor demande nuestra fruta, para que conozca la diferencia que hay entre nuestra fruta y las de otros países, y compre la que es mejor y no la más barata», ha dicho Colilles, para quien es indispensables contra con infraestructuras hídricas que garanticen el agua de riego al sector tropical.
El representante de Asaja ha sido también muy claro en este sentido. «Tenemos que incrementar la productividad de nuestras explotaciones y ser capaces de transmitir a los agricultores los métodos, las técnicas, los conocimientos o las investigaciones que se tengan que desarrollar para incrementar esa productividad. Tenemos explotaciones con cierta edad y muchas se han quedado un poco desfasadas agronómicamente porque cuesta mucho rejuvenecerlas, con producciones por hectáreas de 5.000 o 6.000 kilos. La verdad es que el precio de la fruta es bueno y la rentabilidad se mantiene, pero podíamos ganar mucho más dinero con una inversión que hubiera en investigación. Nosotros desde Asaja estamos intentando desarrollar algún tipo de proyecto sobre esta cuestión».
Según Faulí, la producción española apenas representa el 10% del comercio global del aguacate en Europa. «No podemos permitirnos que cada vez nos vayan invadiendo más producciones de terceros países y nosotros no seamos capaces de responder con más fruta. Sí podemos responder, quizá con más superficie de cultivos porque se está plantando en otras zonas de España. Esto hará que tengamos mucha variedad de producciones y de superficie fuera de lo que es Málaga y Granada, pero lo que nos hace falta, con una ventaja fundamental que es la cercanía y una producción que no está 45 días en un barco, es la suficiente de mercancía seguir siendo importantes dentro del mercado europeo».
En este sentido, el investigador Iñaki Hormaza, ha explicado que hay varios factores que influyen en que nuestro plantaciones sean menos productivas. «Es un tema complejo en el que llevamos varios años trabajando para ver por qué el aguacate produce tan poco en relación con el número de flores que produce y en eso somos líderes mundiales en investigación. Estamos en un momento óptimo para unir a los productores y los investigadores, y estamos liderando investigaciones en ese sentido. Somos los primeros en secuenciar el genoma de la chirimoya y del aguacate hass», ha dicho.
Para Hormaza, la baja productividad del aguacate es un problema general que se observa en climas mediterráneos como el nuestro y también en California, de manera que se produce menos por hectárea que en climas como en Perú. «Hay un problema de manejo, de elección de las fincas apropiadas, porque a veces nos pensamos que porque estamos en un clima ideal cualquier finca o cualquier parcela es útil para producir y no es así. En Israel hace años se hizo una reconversión y se eliminaron la fincas no productivas porque no eran rentables». Hormaza se ha mostrado convencido de que con un buen manejo y una buena elección de las fincas, con el conocimiento desarrollado, se puede llegar a los 10.000 y 12.000 kilos por hectárea.
El gerente de Banca de de Empresas de Cajamar, Juan Pedro Feria, por su parte, ha manifestado que como especialistas financieros la entidad se adapta a las necesidades del sector agroalimentario en general,a la vez que apoya la investigación y la innovación. Asimismo ha señalado que para Cajamar «el sector tropical es fundamental en una provincia como Málaga, donde tiene tanta importancia, y prueba de ello es la apuesta que la entidad hizo por el Parque Tecnoalimentario de la Axarquía, hoy una realidad y un proyecto que nos pareció muy interesante. Tendemos a empresas tan importantes como Trops. En su día entendimos perfectamente cuál era su proyecto y el futuro que tenía y hoy es un referente mundial».
Feria ha recodado la gran apuesta de Cajamar por el sector agroalimentario, a través de la estación experimental Las Palmerillas. Paralelamante, ha indicado que Cajamar está apoyando las iniciativas para entrar en la fase del procesado, de los derivados. «Creemos que puede haber una vía de negocio a un sector como este a través del desarrollo de productos que aporten valor y en la internacionalización. Estamos implicados desde hace años con el sector y entendemos que debemos acompañar a estos proyectos».
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