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Nadal, frustrado. Reuters
Djokovic logra lo imposible
Semifinales

Djokovic logra lo imposible

El serbio inflige la tercera derrota a Nadal en Roland Garros y le aparta del decimocuarto título

ENRIC GARDINER

MADRID

Jueves, 10 de junio 2021

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Muy pocas veces se temió por la integridad de los registros de Rafa Nadal en Roland Garros. Muy pocas. Robin Soderling en 2009, John Isner en 2011 y Novak Djokovic en 2013 y 2015. Y ya. Ellos fueron los únicos en ponerlos en peligro o en lograr derribar al rey. Djokovic había acariciado la gloria una vez, hace ocho años, y lo consiguió en 2015, pero contra un Nadal atrapado en sí mismo. Necesitaba un gran triunfo ante su gran rival. Una gran noche para creerse que puede ser el mejor de la historia. Y contra todo pronóstico, en uno de los mejores partidos de la década, derrumbó al balear, le clavó la tercera derrota de su carrera en París (3-6, 6-3, 7-6 (4) y 6-2) y accede a la final que le puede colocar a un Grand Slam de los dos colosos.

Más de cuatro horas en pista, un intento de revolución francesa, una excepción al toque de queda regalada por Emmanuel Macron y cuatro sets. Nadal cayó ante Djokovic con honores. Los máximos. Cedió como el gran rey que es, obligando a su rival a hacer uno de los mejores partidos de su vida y a conseguir el triunfo más importante de su carrera.

Solos dos hombres en la historia vencieron a Nadal en París y uno de ellos es Djokovic. Y eso que amagó con repetir la desacertada final del año pasado, cuando Nadal le barrió en tres sets. El español, con la moral de tener fresco en la memoria aquel partido, comenzó 5-0 arriba, a un juego de repetir el rosco con el que empezó en 2020.

Pero Djokovic demostró tener la lección aprendida. Apretó al final de set y aunque lo entregó, porque era una machada imposible, igualó el encuentro a nivel de sensaciones. Se intercambiaron las roturas hasta que el serbio se impuso, rompiendo una racha de 17 sets seguidos ganados por Nadal en semifinales de Roland Garros. Desde 2013, precisamente ante Djokovic, no cedía un parcial en esta ronda.

Romper esa barrera dio alas al serbio y el tercer set fue una de las mejores piezas que Nadal y Djokovic han tocado en su vida. Un cruce de alternativas con un nivel de tenis celestial que hizo incluso preguntarse a los espectadores si lo que estaban viendo era real. Diego Schwartzman, rival de Nadal en cuartos, escribió: «¿El resto también jugamos a este deporte?»

En un parcial de más de hora y media de duración, Djokovic tuvo ventaja de 'break' en dos ocasiones, ambas solventadas por Nadal. Sacó para ganar el set y tuvo 30-0. También lo desactivó el español, que inclinó la balanza y dispuso de una bola para ponerse 2-1 arriba. Pero los dioses del tenis quisieron que un desempate decidiera el set. Y ahí se decidió también el partido.

Djokovic, siempre por delante, aprovechó su primera pelota de set, se llevó el 'tie break' y dejó exhausto a Nadal, que murió peleando. Pese a la clara superioridad de Djokovic tanto física como tenísticas, Nadal amagó con forzar el quinto. Llegó a ir 2-0 arriba, pero sucumbió ante un nivel surrealista de Djokovic. La hegemonía murió ante un Djokovic que lo celebró sin alterarse. Sin ser consciente de que acababa de superar el desafío más difícil de la historia del deporte. Había ganado a Nadal en Roland Garros y lo había hecho en un cruce de plenitud. El partido más importante de su carrera junto a la final de Wimbledon 2019. El partido que le puede dar el decimonoveno Grand Slam, colocándole a solo uno de Roger Federer y Rafa Nadal, que entregó la corona, pero no el honor.

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