Davidovich, sin recursos ante la clase magistral de Mannarino

Davidovich sólo sumó seis puntos al resto, y así es casi imposible a ganar un partido en pista cubierta. No estaba al otro lado Isner, ni Opelka o Kyrgios, sino Mannarino, que más allá del número de saques directos (ocho en una hora) dio una clase magistral de efectos y cambios en el servicio que nunca fue capaz de descifrar el rinconero.

Parece que la mejor versión de Mannarino ha vuelto. Un tenista ya curtido, con más de 200 triunfos en pista rápida (no le va tanto el polvo de arcilla) y que completó un pésimo 2021, que le hizo bajar hasta cerca del 70º en el 'ranking', habiendo llegado a ser 22º. El francés ya lo había dejado entrever recientemente en Melbourne, done superó a dos 'top 20', Hurkacz y Karatsev, y forzó a Nadal en octavos con un histórico 'tie break' (16-14).

Como buen restador que es, sorprendieron las dificultades de Davidovich, que lo más que llegó fue a un 30-30 cuando Mannarino servía ya para ganar. La primera manga se le escapó con una doble ruptura de saque seguida, y en la segunda estuvo menos fallón, pero sin capacidad de imponerse a su rival en los 'rallies', una mala señal. El francés, que pidió una pastilla en el primer descanso del segundo set, siempre dominó y se permitió el lujo de dejarse ir al resto en el tramo final. Sintiéndose ganador antes de tiempo.

Ahora el malagueño acudirá la próxima semana al ATP 500 de Rotterdam (Holanda), donde el martes pudo entrar ya en el cuadro principal después de algunas bajas en las inscripciones.