Davidovich exprime a Alcaraz sin resultado en Montecarlo

Las dos mejores raquetas nacionales frente a frente y un resultado casi calcado (salvo en el marcador del 'tie break') a lo vivido en abril de 2023 en el Godó, en el único precedente. Cuando el reloj de pista acababa de superar las dos horas, la resistencia de Davidovich llegó a su fin ante un imperial Alcaraz, en una brillante semifinal del Masters 1.000 de Montecarlo, pero en la que el murciano llevó la iniciativa en todo momento.

El 7-6 (2) y 6-4 final no debe en ningún caso menoscabar la brillante semana de estreno de la gira de tierra de Davidovich, que a inicios de abril ya ha ganado tantos partidos como en todo 2024 y recuperado su 'ranking' de antes de ese año de decadencia en su trayectoria. 'Top 8' en la ATP Race, 'top 30' del ATP Ranking y demostrando que está entre los mejores del mundo en arcilla, pese a ser un todoterreno.

En el Montecarlo Country Club, a pocos minutos de residencia, desde la que acude andando, Davidovich se ha vuelto a reivindicar este 2025, y exprimió todo lo que pudo a Alcaraz. Casi repite la final alcanzada en 2022 (perdida ante Tsitsipas). Se pasó casi media hora de la primera manga resistiendo entre el primer punto de set y el definitivo, y aguantó en el segundo periodo hasta el sexto 'match point' para doblar la rodilla, aunque su bravura le granjeó los aplausos sostenidos de su rival al dejar la pista tras la derrota.

En presencia del príncipe Alberto II de Mónaco, del pasado y presente de la Roma (Totti y Dybala), de los hijos de Djokovic o el presidente de la ATP, Andrea Gaudenzi, entre otros ilustres, en la pista más bella probablemente de las que pueblan el circuito, Davidovich deleitó con su tenis variado, pero en el otro lado de la cancha había todavía más nivel.

Alcaraz sometió a Davidovich a un calvario, pese a que el rinconero no tuvo muchos malos gestos esta vez. Todo empezó con sonrisas, incluso, al quedarse escondida bajo la cinta inferior de la red la moneda que lanzó la juez árbitro, Aurelie Tourte. Pero ya justo después se pusieron serios, sobre todo Alcaraz, que salvó tres 'break points' y se fue al 3-0.

El choque en el primer set respondió a las expectativas, peleado, con un buen número de 'breaks' y con mucha paciencia de Davidovich para sortear las dificultades. No podía dominar desde el fondo fácilmente, y sufría mucho con los restos del murciano sobre sus segundos servicios, pero fue heroico como aguantó desde el 5-2, con dos 'set points' en contra, hasta el 'break' para el 4-5, soportando otro punto para ceder la manga.

Pero en el desempate Alcaraz se escapó muy pronto hasta el 4-0. Puso una marcha más, con algunos errores que no tocaban del malagueño. Comenzó otra versión del pupilo de Juan Carlos Ferrero, en este torneo asesorado en el 'box' por Samuel López. Desde ese 'tie break' hasta el cuarto turno al saque sólo cedió cuatro puntos con su servicio y redujo su cuota de errores.

Se le puso el choque casi imposible a Davidovich. Valga el dato de esos 30 puntos que jugó al saque, por seis de su rival en los tres primeros juegos. El set empezó tan cuesta arriba como el primero, con 2-0, pero al menos sacó adelante el más largo del choque, de once minutos y medio, para el 2-1.

Se trataba de animar a sí mismo Davidovich, pero la bola le corrió a Alcaraz si cabe a más velocidad. Soltó el brazo y el rinconero sólo se vio con opciones de amenazar a su rival en el 4-3, cuando llegó al 30-30 y al 'deuce'. Hasta ahí. Sin una opción de quiebre, ya fue mérito de Fokina salvar trece en ese periodo y cinco 'match points' antes de la derrota. Todo con buen rollo: el malagueño, que se casa en breve, ha invitado a la boda a su rival...