Muere Felix Baumgartner, el hombre que saltó desde la estratosfera
El legendario exmilitar y paracaidista austriaco se estrelló con su parapente mientras disfrutaba del turismo en Italia
El deporte extremo está de luto por la muerte de Felix Baumgartner. El hombre que detuvo el mundo el 14 de octubre de 2012 al ... saltar desde la estratosfera, perdió la vida este jueves mientras hacía lo que mejor sabía y más le gustaba, que no era otra cosa que volar. El austriaco, de 56 años, se estrelló tras perder el control del parapente con el que sobrevolaba Porto Sant'Elpidio, en la provincia italiana de Fermo.
Según informa La Repubblica, al parecer Baumgartner se sintió repentinamente mal cuando disfrutaba en el paramotor, perdió el control de la aeronave y se precipitó a la piscina de un complejo hotelero. Además, en su mortal caída golpeó a una mujer, que resultó herida pero, por fortuna, se encuentra fuera de peligro.
El cruel destino quiso que su final se produjera días después de que mostrase en su cuenta Facebook que se encontraba pasando unos días de asueto en el país transalpino con su familia. «Saludos, unas vacaciones en avión desde Fermo, ¿Adónde vas de vacaciones este año?», preguntaba a sus seguidores.
Exmilitar, paracaidista y piloto austriaco, Baumgartner alcanzó fama mundial con ese salto estratosférico, nunca mejor dicho, un logro que combinó ciencia, tecnología y valentía extrema. Fue el primer ser humano en romper la barrera del sonido en caída libre, sin ningún tipo de propulsión mecánica, como parte del proyecto Red Bull Stratos.
Nacido el 20 de abril de 1969 en Salzburgo, Baumgartner mostró desde joven un fuerte interés por los deportes extremos, especialmente el paracaidismo y el salto base. Comenzó su carrera como paracaidista en el ejército austriaco, donde perfeccionó sus habilidades. Con el tiempo, se especializó en saltos desde estructuras altas y en trajes aéreos, convirtiéndose en una figura destacada del deporte extremo.
Romper la barrera del sonido
Su mayor logro llegó con el citado proyecto, una iniciativa conjunta con la empresa Red Bull y un equipo de científicos y médicos. El objetivo era estudiar los efectos de la caída libre a velocidades supersónicas en el cuerpo humano, además de recopilar datos para futuros programas espaciales.
Para ello, Baumgartner fue elevado por un globo de helio hasta los 39.045 metros de altitud, en la estratosfera. Desde allí, saltó hacia la Tierra alcanzando una velocidad máxima de 1.357,64 km/h, rompiendo la barrera del sonido. El salto duró poco más de nueve minutos, de los cuales cuatro minutos y 20 segundos fueron en caída libre.
Durante el descenso, Baumgartner mantuvo la estabilidad y superó momentos críticos, como el inicio de una peligrosa rotación. A pesar de los riesgos extremos, aterrizó con éxito en el desierto de Nuevo México. El evento fue transmitido en vivo y presenciado por millones de personas alrededor del mundo.
Ciertamente, desafió a la ciencia y a la medicina al enfrentarse a lo desconocido al elevarse con un globo de helio tripulado a la estratosfera y, en un segundo mágico y angustioso, cuando estaba sobre la curvatura de la tierra, se asomó a la cápsula y saltó para convertire en el primer humano en superar la barrera del sonido en caída libre. Después, Alan Eustace, vicepresidente de Google, le arrebataría el récord en 2014 saltando desde 41.425 metros y alcanzando los 1.322 km/h, por debajo de la velocidad del austriaco.
Antes de su inolvidable gesta para la historia, Baumgartner también protagonizó otras hazañas como volar desde las Torres Petronas en Kuala Lumpur, cruzar el Canal de la Mancha en caída libre con una ala de fibra o realizar el salto base más bajo de la historia desde el Corcovado de Río de Janeiro. Estas proezas le hicieron famoso, pero también generaron controversia por los riesgos involucrados. En su pasión encontró también la muerte, mientras se divertía con un parapente. Paradojas de la vida.
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