Rabat se lleva la gloria y Folger el honor

Y es que si Rabat es el que se llevó la gloria, Folger se quedó con todo el honor de la prueba cuando se iba al suelo de forma voluntaria para evitar atropellar a Luis Salom.

Con ambos fuera de carrera, el Gran Premio sólo tuvo emoción en las primeras vueltas, en las que Viñales y Kallio quisieron amenazar a un Rabat que sabía que en cuanto le dejasen tirar la prueba sería suya. Y así fue, después de unas escaramuzas en las primeras vueltas, el líder del campeonato se colocó primero y martilleó a sus adversarios con un ritmo inalcanzable y que le llevó a la meta en solitario.

Tras él, Viñales fue el más sólido y quien más aguantó a su rueda. No podía con Tito y los traseros no eran rivales para él, por lo que cerró el GP con un segundo y 20 puntos en el zurrón.

Tras Viñales sí que hubo guerra. Kallio no se daba por vencido, y se metía de lleno en la pelea con Luthi y Aegerter. Jordi Torres, por detrás, llegaba como un rayo y se metía en la guerra hasta acabar por los suelos en la curva de La Caixa. Después era Aegerter quien se autoeliminaba de la lucha. Parecía quedarse en un mano a mano entre Luthi y Kallio, pero el último en llegar, Johann Zarco, aprovechó la marejada para emerger hasta el tercer tiempo justo al final.

Rabat aumenta su ventaja como líder y Folger sale con un cero en la clasificación pero con todo el reconocimiento del Mundial.