Los nombres propios del ascenso del BeSoccer UMA Antequera

No pudo celebrar de una forma más alegre su onomástica. El director de Deporte Universitario de la UMA es el responsable de que el modelo de club o de gestión no cambie de forma independiente a la categoría en la que milite el cuadro malagueño. Ha quedado claro en los últimos años. «Nuestra filosofía es la misma. Este es un proyecto formativo. No debemos, podemos, ni queremos pensar en otra cosa», sentenció al respecto en una entrevista reciente a este periódico. En su tercera legislatura en el equipo de gobierno de la UMA, dos con Adelaida de la Calle y una con el actual rector, José Ángel Narváez, ha sido también presidente de las Ligas Nacionales Universitarias, medalla al Mérito Deportivo e Hijo Adoptivo de Antequera, en donde ha organizado nada menos que siete mundiales universitarios. Es su tercer ascenso, lo que habla también de las buenas decisiones tomadas llevando las riendas de la entidad.

Es difícil pensar en el fútbol sala malagueño y que no venga a la mente su figura. Es el 'sancta sanctorum' del equipo. El líder carismático que guía al grupo, siempre manteniendo unas formas educadas y ejerciendo casi de padre deportivo de tantos jugadores que han pasado en los últimos lustros por el equipo. Recién superada una enfermedad, celebra este tercer ascenso de una forma especial, ya que han sido meses difíciles de confinamiento e incertidumbre acerca de si habría 'play-off' y dónde, en qué fechas y con qué formato serían. Con su buena labor en los banquillos se ha ganado el respeto del fútbol sala nacional, pero además suele tener muy buen ojo para elegir fichajes para la plantilla, en el mercado de los campeonatos universitarios.

Es su tercera campaña en el cuerpo técnico después de una pródiga carrera como jugador, de más de veinte años de duración, porque se retiró pasados ya los 40 y de vuelta al equipo de su tierra, al UMA. Parece llamado a ser el sucesor de Moli en un proyecto tan continuista como el de este club. Es otra figura clave de este ascenso, porque todos sus conocimientos adquiridos en la cancha se los trasmite al grupo. Ganó la Copa en el Valencia Vijusa, y también milito en la élite con el MRA Navarra y el Benicarló.

Es su séptima campaña en el equipo, las mismas que su paisano Óscar (ambos son de Cueva del Becerro). De hecho, son los dos únicos jugadores que han vivido los tres ascensos estando en la plantilla. Con la retirada de Tete y la de Crispi (entrenador en la cantera y que la próxima campaña estará al frente del filial, de Tercera), se ha erigido en el capitán de la plantilla. «Lo adoptaría como hijo. Ha tenido ofertas de Primera y no se ha querido ir«, confiesa Moli. Aporta mucho al juego del equipo en defensa y ataque, y es un líder. Entiende como pocos la filosofía del club. Por ejemplo, se encargó de proponer que hay que dejar los vestuarios de las canchas rivales limpias después de jugar, y todos le siguen.

El madrileño se ha erigido en el goleador del BeSoccer UMA. De una gran regularidad. Totalizaba 23 dianas en otras tantas citas ligueras antes del parón. Fichado del Naturpellet Segovia, que descendió a la par que el UMA la pasada campaña, no era tan goleador en sus clubes anteriores (también estuvo en el Ríos Renovables Ribera Navarra), Las Rozas, Rivas y Móstoles. Sobresaliente en el uno contra uno, ha encontrado en Málaga su ecosistema perfecto para ofrecer su mejor rendimiento, aunque estuvo confinado en la capital de España. A sus 24 años (cumplirá 25 en agosto), seguramente no faltarán ofertas por él y será difícil retenerle.