La muerte de dos triatletas veteranos ensombrece el inicio de la Gran Final de las Series Mundiales en Torremolinos

Por la mañana, las grandes promesas del futuro, los jóvenes triatletas de la categoría sub-23, llenaron de vida las calles de la localidad, y especialmente del paseo marítimo de Los Álamos. Incluso, hubo grandes noticias para la delegación española gracias al histórico triunfo de David Cantero. Por la tarde, sin embargo, el ambiente lúdico y vibrante se tornó mucho más oscuro. Llegaba el turno para los deportistas populares, los de las categorías de edad.

Estos, que suponen la gran masa de esta cita, con hasta 4.000 participantes entre las diferentes disciplinas, no son profesionales; son personas corrientes, pero federados, a los que se presupone una buena base deportiva e incluso exdeportistas de alto nivel que deciden volver a competir. Los grupos de edad se dividen por franjas de cuatro años y, en el caso de Torremolinos llega hasta los 90-94 años en la categoría masculina y los 85-89, en la femenina.

La pesadilla comenzó a primera hora de la tarde (pasadas las 16.00 horas), cuando uno de los triatletas, Roger Mas Colomer, de nacionalidad mexicana, no logró superar la primera de las fases de la carrera, la de natación. El deportista se sintió ya indispuesto durante el recorrido y falleció en el momento. Instantes después, ya con toda la organización incrédula y con una atmósfera caótica en el entorno, fruto del revuelo causado por esta tragedia, llegó la segunda mala noticia… Un nuevo fallecido.

Este segundo varón, de nacionalidad británica, perdió la vida durante el tramo de carrera a pie, la última fase del triatlón. Como ha podido saber SUR, el mexicano Mas tenía 79 años y el británico 57, y ambos sufrieron infartos fulminantes, por lo que, pese al despliegue de asistencia médica que recibieron inmediatamente en la zona, los servicios sanitarios no pudieron hacer nada por reanimarlos y salvarles la vida.

En medio de este caos y ya confirmadas las dos pérdidas, World Triathlon, la federación mundial de este deporte, escribió un pequeño comunicado en sus redes: «Con profunda tristeza podemos informar que dos participantes (uno de México y otro de Gran Bretaña) han fallecido en el campeonato. Nuestro más sentido pésame a sus familias, amigos, federaciones nacionales y a toda la familia del triatlón. World Triathlon, la Federación Española y el Comité Organizador local están en contacto con sus familias para proporcionar todo el apoyo necesario en estos momentos difíciles y tristes».

Y aun consternados, como ha podido saber este periódico, fueron los propios familiares de los fallecidos los que solicitaron a la organización que no cancelasen la cita, que siguiese adelante para no interferir en el concurso del resto de deportistas las tres jornadas restantes. Eso sí, pidieron una cosa más, que en lugar de un minuto de silencio, al cierre de la jornada, organizadores, autoridades locales y atletas de la zona dedicasen un minuto de aplausos a ambos. Y así fue.

Por desgracia, aunque esto es muy poco habitual, sobre todo por partida doble, sí que existen precedentes cercanos de decesos en la competición y en la provincia: dos triatletas británicas en las ediciones de 2018 y 2024 del Ironman 70.3 de Marbella; un atleta noruego de 58 años que llegaba a la meta de la Media Maratón de Málaga de 2022, y un coredor de 30 en Capuchinos en la Carrera Urbana de 2019. Es más, el último fallecimiento relacionado con una prueba deportiva (no en la provincia), se dio hace sólo 11 días, en el Ironman Calella de Barcelona, donde perdió la vida una rusa de 41.