El remo de Natalia De Miguel apunta alto este curso

Y parece que, por ahora, esta carga de horas en sus entrenamientps está comenzando a dar resultados. Sólo en el último mes De Miguel se ha alzado como subcampeona de España de fondo individual (5.500 metros), así como dos veces campeona junto a la selección de Andalucía en las modalidades de 4 scull y 8+ (embarcación con 8 tripulantes). Estas dos últimas, modalidades en las que recorre 1.000 metros. Además, ha sido elegida por la Federación Andaluza de Remo como la mejor deportista del pasado año gracias a sus actuaciones nacionales e internacionales, con logros como el bronce en los Juegos del Mediterráneo en verano además de su clasificación para el primer Mundial absoluto de su trayectoria, donde, sin embargo, no le fue demasiado bien. «Ahora estamos trabajando muy duro para llegar bien al Mundial de este año. El del año pasado nos sirvió para coger experiencia, porque era nuestra primera cita absoluta y competíamos contra algunas que eran campeonas olímpicas», recuerda.

En su mente ya visualiza el encuentro mundialista de este curso por una única y contundente razón: será clasificatorio para Tokio 2020. Sin embargo, antes de esta señalada fecha, deberá recorrer un camino previo. «En marzo tenemos un Open muy importante para nosotros (el Open de España), porque es como una prueba de acceso para el equipo nacional. Será decisivo para determinar quiénes compondrán el doble scull en las regatas internacionales», advierte. La especialidad mencionada se trata de una embarcación compuesta por dos remeras, en su caso de peso ligero, y es la única de este deporte presente en el listado olímpico. En su caso, aunque De Miguel se trata de una de las firmes candidatas a formar parte de la embarcación titular de la selección española, deberá luchar por su plaza igual que el resto de sus compañeras.

«He empezado superbien este año. Lo he ganado todo, por así decirlo, y en los tres ergómetros que hemos hecho he sido la mejor en peso ligero», explica. Estos ergómetros son unas máquinas de simulación de remo, de las que se sirven los deportistas (para entrenarse en sala) o la propia Federación Española (para medir el rendimiento de sus representantes). Para ello deben ejercitarse en estos durante una serie de kilómetros y los que realicen las mejores marcas contarán con más opciones cara a las concentraciones del equipo nacional, como en la que se encuentra actualmente la malagueña, en Galicia. La estancia se prologará hasta el sábado y a ella han asistido veinte hombres y sólo cinco mujeres. Además de ella están sus dos posibles compañeras de scull, la sevillana Rocío Lao (con la que acudió al último Mundial), que se entrena en el Centro de Tecnificación de Bañolas (Gerona), y una nueva incorporación, la vasca Ondiz Lekubarri. «Es más joven, pero está haciendo unos buenos ergómetros y creo que nos viene bien para aumentar la competencia y subir el nivel de España a nivel internacional», valora De Miguel.

El calendario de la joven costasoleña, de 23 años, no conoce límites: ya está repleto de viajes, concentraciones y competiciones señaladas de aquí al cierre de la temporada. Entre ellas, la primera parada de la Copa del Mundo, en Bulgaria a principios de junio; el Europeo de Lucerna (Suiza), dos semanas después, y la Copa del Mundo en Rotterdam (Holanda), en julio. Aunque la cita estrella será el ya mencionado Mundial, en Austria. La primera oportunidad de la malagueña para lograr el sueño olímpico.