Los equipos de plata ya perfilan sus nuevos proyectos

Lo curioso es que un repunte positivo en el tramo final –antes del precipitado cierre de la temporada por el COVID-19–, llevó a ambos conjuntos a confluir en la zona media de la tabla. A falta de las tres últimas jornadas, que nunca se disputarán, el Fuengirola concluyó noveno y el Málaga Norte, décimo. Teniendo en cuenta que el conjunto de la capital descendió el año anterior (ascendió por la renuncia de otro equipo), se puede decir que mejoró esta campaña, al lograr la salvación y una buena comunión entre la plantilla y su entrenadora debutante, Laura Plaza, lo que ha desembocado en su renovación cara a la temporada 2020-2021. Sobre este curso de su debut en la segunda división nacional, la malagueña explicó: «Se aprende un montón, la experiencia es una gran manera de seguir formándote, creo que me ha ido muy bien dentro de lo que cabe y creo que nos hemos compaginado bien con las jugadoras. Estoy contenta con el año».

Como todo filial, teniendo en cuenta que su primer equipo (el Rincón Fertilidad) juega en la categoría inmediatamente superior, realmente no podrá aspirar a más que la permanencia, pero hay matices dentro de las metas del club. Así lo explica Plaza: «El objetivo es la salvación. pero sobre todo la formación. El proyecto será el mismo el año que viene, buscamos tener mucho consenso con el primer equipo para que las niñas vayan subiendo a este. Eso de jugar en Plata y poder subir, en el momento adecuado, a la máxima categoría atrae mucho a las jugadoras». Este salto del segundo al primer equipo se ve cada año a través de jugadoras como María Pérez, que acaba de lograr plaza para competir en la élite, o Laura Sánchez, entre las más destacadas.

Eso sí, esta situación es un arma de doble filo. Por un lado, ayuda cara a reclutar jugadoras, como Piñeira. «Estamos buscando incorporaciones con juventud, hay varias jugadoras interesadas que se han puesto en contacto conmigo porque el proyecto les atrae», asegura la técnica. Sin embargo, el que algunos de sus nombres más destacados también acudan a las convocatorias del Rincón Fertilidad también obliga a reestructurar constantemente al filial cara a sus partidos de Liga. «Nuestro inicio de año fue fantástico. Luego estuvimos quintas mucho tiempo y hubo muchos vaivenes porque estaban los equipos de la media tabla muy igualados. Posteriormente, a raíz de lesiones y jugadoras que subían al primer equipo, no podía contar hasta con siete jugadoras», relata.

Le toca resignarse en este sentido, porque como ella misma decía, su labor es formar a futuras profesionales. Quizás su mayor preocupación en este momento, además de la plantilla del próximo año, sea dónde va a entrenarse el equipo, acostumbrado a hacerlo en el Pérez Canca. Hay que recordar que este pabellón permanecerá habilitado como hospital de campaña hasta febrero. Aunque Plaza explica que se les ha planteado como una opción el pabellón de Carranque viejo (entre las pistas de pádel y la de atletismo en el mismo recinto).

Mientras que esta entrenadora seguirá al frente de su conjunto, el Fuengirola ha apostado por un nuevo nombre para la próxima campaña, el malagueño Dani Díaz. No será su primera experiencia en la División de Plata femenina, pues ya estuvo como primer entrenador del Colegio Los Olivos hace cuatro temporadas. Además, ya conoce el club. «Ya estuve en el Fuengirola hace cinco o seis años, de segundo entrenador del equipo. Ahora estaba en el Balonmano Málaga con equipos juvenil y cadete, y el próximo año compaginaré un equipo de menor categoría del club con el Fuengirola. Salvo estos últimos años, realmente, siempre he llevado equipos femeninos y ya tenía ganas de volver a llevar a un equipo sénior». Tendrá una ardua tarea por delante este verano junto a la directiva del club, porque, según explica, la plantilla sufrirá un lavado de cara.

«Hay algunas jugadoras veteranas que lo van a dejar por cuestiones personales, otras jugadoras fichan por otros equipos, como Alba Díaz, por el Dominicos de Zaragoza… así que ahora tenemos que trabajar para renovar la plantilla. Subirán algunas niñas de la cantera y después buscaremos algunas chicas con calidad por Málaga», aclara. Un conjunto probablemente con una media de edad más baja que años anteriores, pero con la misma ilusión por pelear en la categoría. «El objetivo, por supuesto, es la permanencia, y ya en función de cómo vaya saliendo el año, si todo va bien, intentaremos aspirar a algo más», asegura Díaz, que ha seguido los resultados del equipo este último año como si hubiera estado ahí. «Empezaron muy irregulares, después levantaron el vuelo y ya luego se paralizó la temporada», afirma. Mucho trabajo por delante y muchas ganas por comenzar a trabajar cuanto antes.