El biquini de la discordia
La polémica aumenta por la vestimenta utilizada en el balonmano-playa
JUAN VARGAS
Domingo, 13 de julio 2014, 01:42
La polémica saltó en la Suances Cup de balonmano-playa celebrada el pasado fin de semana en Cantabria. Casi todos los equipos femeninos que participaban ... recibieron una amonestación federativa. ¿La razón? El uso de una indumentaria distinta a la designada por el reglamento internacional, consistente en un top y una braga. De repente, este minoritario deporte comenzó a aparecer en medios de calado nacional, en los que numerosas jugadoras mostraron su indignación respecto a una norma que consideran sexista y retrógrada.
Fue tal la repercusión mediática que el Consejo Superior de Deportes (CSD) se apresuró a intervenir. El jueves se decidió que las jugadoras podrán escoger cómo visten en las competiciones nacionales, pero tendrán que ajustarse al reglamento de los órganos internacionales (IHFy EHF)en eventos organizados por estos.
¿Por qué no se ha criticado hasta ahora una normativa que lleva en vigor desde 2009?Según parece, la Federación Española de Balonmano (RFEBM)siempre se había mostrado más bien laxa al aplicar la polémica regla. «Mis jugadoras siempre han utilizado la ropa que han querido, y lo mismo veo en otros equipos», dijo Chema Jiménez, técnico del equipo de balonmano-playa de Fuengirola.
Perspectivas diferentes
El delegado en Málaga de la Federación Andaluza, Raúl Romero, cree que el objetivo es «acercarse a lo que manda la IHF». Varias de las voces autorizadas consultadas por este periódico coinciden en señalar el afán por profesionalizarse como motivo de peso en la actitud de la RFEBM. «Si tenemos que cambiar cuando salimos al extranjero, mejor hacerlo desde el principio», opina Álvaro Tato Pérez, que fue internacional con la selección española de balonmano-playa.
A pesar de las vehementes quejas vertidas en los medios, hay opiniones discordantes respecto a si la protesta es procedente. «La selección española y los equipos que competimos en el extranjero usamos biquini desde hace tiempo y no hay problema. Es cómodo, higiénico y a mí no me parece sexista. El problema surge cuando se impone la norma a equipos que juegan ocasionalmente», opina Pepa Moreno, capitana del Costa del Sol e integrante de la selección de balonmano-playa. Concuerda con ella su entrenador y seleccionador juvenil, Diego Carrasco, que afirma: «El desacuerdo es de una minoría, aunque todas las jugadoras deben respetar las opiniones de las demás».
Una de las que piensa diferente es Marta López, jugadora del Fleury francés y de la selección española de balonmano. «Imponer una vestimenta es perjudicial y haría que muchos equipos se negaran a jugar», afirma, y añade: «Por un lado, creo que se busca llamar la atención con las equipaciones de las chicas, pero desconozco el motivo real de la federación».
Aunque, como se puede apreciar, los puntos de vista son diversos, hay consenso al aprobar la medida del CSD, aunque la RFEBM haya podido «lavarse las manos en el asunto», en palabras de Pérez. «Lo importante es que cada una use lo que le resulte más cómodo», concluye Jiménez, mientras que Carrasco declara que cualquier decisión definitiva «debe ser de las jugadoras». «Al final se trata de alcanzar un punto intermedio entre los equipos ocasionales y los que quieran jugar a nivel internacional», sentencia Moreno.
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