Tres medallas olímpicas en un mes para Lydia Valentín

En el fondo de la sucesión de podios virtuales para Valentín se encuentra el reciente endurecimiento en la lucha contra el dopaje en el mundo de la halterofilia. Después de lustros de acusaciones implícitas y de sospechas, el deporte del levantamiento de pesas se sumó a otros en su búsqueda de los tramposos. Primero establecieron que las federaciones serían sancionadas si entre sus representantes encontraban casos de dopaje. Así, las plazas olímpicas se irían reduciendo para cada país en función de los nuevos hallazgos. En segundo lugar, las mejoras tecnológicas permitieron reanalizar las muestras de anteriores competiciones.

En el caso de Lydia -así le gusta escribir su nombre a quien originalmente llama Lidia-, se ha disparado su ascenso porque se han hallado medicamentos prohibidos en la orina y sangre de numerosas rivales. Primero, la Federación Internacional de Halterofilia anunció los positivos de la kazaja Svetlana Podobedova, la rusa Natalya Zabolotnaya y la bielorrusa Iryna Kulesha, quienes habían apartado a la berciana al cuarto puesto en Londres 2012. Después, la leonesa se colgó el bronce en Río 2016 con una actuación destacada después de superar su primera gran lesión. Por último, este miércoles recibió el tercer anuncio de su éxito olímpico de su compañera Estefanía Juan al despertar. Los análisis de Pekín 2008 han revelado que ocho medallistas consumieron productos prohibidos y la halterófila había sido una de las más perjudicadas. La descalificación Nadezhda Evstyukhina en junio y los positivos por hormonas de Lei Cao (oro) y anabolizantes en el caso de Iryna Kulesha (bronce) en los nuevos estudios promocionarán a la de Camponaraya desde el quinto hasta el segundo puesto.

«Es vergonzoso que se haya producido algo así y, una vez que se cumpla el periodo estipulado de reclamación por parte de los deportistas (60 días) y que el Comité Olímpico Internacional confirme oficialmente las clasificaciones de estos Juegos, daremos los pasos necesarios para que se me restituya en lo que es mío y de mi deporte», declaró Valentín a EFE en su retiro leonés tras los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. «Todo deportista está libre de sospecha hasta que no se demuestre lo contrario, pero sólo pido que si se han realizado prácticas irregulares, se conozca de inmediato en semanas o meses, porque no es normal que haya que esperar años», añadió la primera española que podría presumir de haber ganado tres medallas consecutivas en los Juegos Olímpicos: plata en Pekín 2008, oro en Londres 2012 y bronce en Río 2016. La Federación Internacional de Halterofilia todavía no le ha comunicado oficialmente que es suyo el oro de Londres, así que en el futuro puede que tengan que efectuar a una ceremonia conjunta para entregar a Valentín sus metales.