Azahara Muñoz: «Físicamente estoy genial; haré lo posible para estar en la Solheim»

–Para ninguna deportista es sencillo retomar su carrera después de haber sido madre y por primera vez. En su caso, seis meses después pudo reaparecer en el campo. ¿Cómo se sintió entonces?

-La verdad es que muy bien. Físicamente me encuentro genial. Si no supiera que he sido madre, no lo imaginaría. Nada se siente raro, he vuelto a mi tamaño normal… Pero luego es verdad que para viajar es más complicado. Con un niño todo cuesta más. Darle el pecho es complicado, sobre todo durante los entrenos.

-¿Lo lleva a las competiciones?

-Sí, aunque no hubiera podido darle le pecho, me lo habría llevado. Y claro, es complicado, ya no duerme lo mismo y no puedes estar todo el tiempo con él… Pero no tengo ninguna queja, he tenido mucha suerte y me encuentro muy bien físicamente.

-Intuyo que esta satisfactoria recuperación será porque ha llevado una dieta y entrenamientos concretos durante el embarazo.

-Durante el embarazo me encontraba cansada, pero lo llevé bien, así que hacía gimnasia, comía normal... No engordé casi nada, así que cuando lo tuve, volví a mi peso normal superrápido.

-¿Cómo era su rutina de entrenamiento entonces?

-Fui a mi entrenador de siempre. Me cambió algunas cosas, porque no las podía hacer con el embarazo y realizamos entrenamientos específicos para que no me doliera la espalda, las caderas… Trabajé bastante las típicas zonas que las embarazadas dicen que sienten raras después. Por eso creo que la recuperación ha sido tan buena. Si no me dices que he tenido un niño, no se nota nada.

-Cuando viaja con su hijo a las competiciones, ¿también viaja su marido o algún familiar que pueda encargarse de él?

-Este año he competido superpoco, sólo tres semanas, y me quedan otras dos de competición. En dos de las que estuve compitiendo sí que vino mi marido, que se cogió vacaciones, y en la otra vinieron mis suegros. Además, en el 'tour' tenemos guardería. Eso sí, el año que viene sí necesitaré que venga siempre alguien conmigo, porque no puedo cargar con todas las cosas a la hora de viajar, entre otras cosas.

-¿Hay una guardería en el circuito? Porque son varias las jugadoras que son madres, además de usted…

-Sí. Como es un 'tour' femenino, pusieron la guardería hace bastantes años. No hay muchas madres tampoco, pero sí que recuerdo unos seis o siete niños en la guardería ahora.

-Dice mucho de un deporte el hecho de que se ayude de esta forma a la conciliación entre la maternidad y la carrera de las deportistas...

-La verdad es que es una ayuda increíble. Además, así pueden jugar con otros niños y entretenerse. Igualmente, me hace falta ayuda porque no puedes tener al niño en la guardería todo el día. Creo que son un máximo de ocho horas las que puedes tenerlo, las cinco de juego y un poco antes y después, y es una ayuda increíble y el resto de chicas son encantadoras.

- Una duda: cuando una jugadora se queda embarazada, ¿le guardan la tarjeta del LGPA para el siguiente curso?

- No cuando te quedas embarazada, sino cuando nace tu niño. Es decir, este es mi año de maternidad, en el que puedes competir o no, y empezaría el año que viene en la posición en la que me quedé el anterior. Es como si no hubiera contado. Lo que pasa es que yo quería empezar a entrenar y a competir un poco para no estar tanto tiempo parada.

-Me ha comentado que físicamente recuperó rápido la figura, pero a nivel de rendimiento deportivo, ¿notó falta de ritmo en su vuelta a la competición, seis meses después del parto?

-Me encontré bastante mejor de lo que pensaba, y eso que llevaba sin competir desde noviembre del año pasado. Me daba un poco de miedo que el niño pudiera aguantar esas horas sin tomar pecho, pero bastante bien. Luego es verdad que me faltaba un poquito de competición en ciertos detalles.

-Por cierto, ¿le afectó durante el embarazo padecer síndrome de Hashimoto? ¿Tuvo que recibir algún tratamiento especial por ello?

-Ha sido superraro, porque normalmente la enfermedad se pone bastante peor con el embarazo; incluso mujeres que no tienen problemas de tiroides se ponen mal. El estrés es muy malo para esta enfermedad y, como yo siempre estoy viajando y mi vida es muy estresante aunque yo no me dé cuenta, pasar a estar en casa más tranquila, dormir siestas y dar paseos durante el embarazo hizo que haya estado mejor que nunca. Incluso, iba a entrenar también, pero ni la tercera parte de lo que yo acostumbro a entrenar durante una temporada normal. Así que en el embarazo es cuando mejor he estado, con todos los análisis perfectos. Menos el día del parto, todo ha sido de 10.

- ¿Qué pasó el día del parto? ¿Se le complicó?

-Se pensaban que me había dado algo similar a un ictus y me tuvieron que hacer una cesárea de urgencia. Se me durmió un brazo y la boca, porque creo que el bebé estaba tocando un nervio y por precaución no esperé al parto. No fue muy agradable, pero al menos nació el Día de Andalucía (bromea).

-Al menos se lo toma con humor y no como un hecho traumático. No le quedan secuelas de aquello, ¿no?

-No. En su momento me tuvieron que hacer una resonancia en el cerebro y de ahí me llevaron a la cesárea y de ahí a la UCI. La primera noche la eché en la UCI, monitorizándome, y después estuve cuatro días en el Hospital para que se asegurasen de que no tenía nada. Hay varias teorías: que él estaba en un nervio o que me dio una migraña… Yo no quería cesárea porque la recuperación es más lenta, pero, como podían pasar muchas cosas si me ponía de parto, pues ya está.

-Lo que parece que sí ha salido según lo previsto es la fecha del embarazo, porque ahora mismo tendría tiempo suficiente para llegar en un buen estado de forma y con ritmo a la Solheim del año que viene. Estaba en sus planes, ¿no?

- Sí, ese sería el objetivo. Este año he empezado a competir un poquito, pero ya el que viene comenzaré a jugar una temporada completa y ojalá esté ahí. Yo haré lo posible para que sea así.

-De momento, ya ha confirmado su asistencia al Andalucía Costa del Sol Open de España que además se celebrará en su tierra, en Marbella ¿Hace cuánto que no juega en casa, ante su público?

-Desde hace dos años, por lo menos. Y fíjese que el campo no lo conozco mucho; sólo he jugado allí un par de veces, porque como me fui de Marbella a los 14 años… Y luego, cuando vuelvo, entreno normalmente en Guadalmina. Pero sí que será ilusionante jugar allí con la familia. Me apetece muchísimo; además, es el Open de España y será la primera vez de Lucas en España.

-¿Su familia aún no lo ha conocido?

-Mis padres sí, porque estuvieron en Estados Unidos conmigo tres meses para echarme una mano. Fue un gran apoyo tenerlos aquí conmigo. Me ayudaron muchísimo, me dio mucha tranquilidad tenerlos cerca los primeros meses, que son los más complicados. Y eso que Lucas se porta muy bien.

-Ser madre siempre fue uno de los objetivos de su vida, ¿cierto?

-Sí, la verdad es que sí, sobre todo porque una nunca sabe cuánto va a tardar en quedarse embarazada. ¿Se acuerda cuando me hizo una entrevista antes de los Juegos y me preguntó sobre ello? Yo ahí ya estaba embarazada, aunque no lo dije y sí pude ir a los Juegos Olímpicos.

-¿Cuáles son las fechas que le quedan en su calendario?

-Me queda un torneo aquí en Florida, luego me voy para Málaga y una semana después ya será el Open de España, que será mi último torneo del año.