Las salidas de Gündogan y Vitor Roque no le bastan al Barça para inscribir a Dani Olmo

Y es que el Barça sigue con muchos deberes pese a que haya certificado dos nuevas salidas. La marcha de Gündogan al City supone liberar 18 millones de euros de la masa salarial, mientras que la cesión del brasileño no supone ningún ahorro porque ni siquiera estaba inscrito en LaLiga. Esta circunstancia hace que estas dos operaciones no sean suficiente para que la entidad azulgrana entre en la ansiada normalidad y pueda cuadrar sus cuentas. El Barça necesita más operaciones y el tiempo se le acaba. Quedan apenas ocho días y Deco y Laporta buscan a la desesperada maneras de que el excel pase de números rojos a números verdes.

Los siguientes pasos para el Barça van en dos direcciones. Por un lado Joan Laporta trabaja para presentar dos nuevas palancas. Tras el acuerdo con Aramark por 40 millones de euros, el máximo dirigente azulgrana podría presentar ahora un segundo pago de 20 'kilos' por un porcentaje de la venta de Barça Vision por parte de Bridgeburg Invest. Esa es la operación más sencilla para Laporta, que tiene también sobre la mesa la negociación con Nike que podría suponer una cantidad cercana a los cien millones de euros, todo un balón de oxígeno que se lleva gestando a lo largo de todo el verano y que los culés esperan cerrar antes del cierre de mercado. El tiempo, no obstante, se agota.

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La otra vía en la que se centra el Barça para generar 'fair play' es la salida de futbolistas de la plantilla. La dirección deportiva ya ha descartado el adiós de Frenkie de Jong o Ronald Araujo por los problemas físicos que atraviesan y Deco trabaja para intentar colocar a otros jugadores. Clément Lenglet es el foco de todas las miradas por los 16 millones de euros brutos que percibe pese a no ser básico en el engranaje del equipo, pero también hay otras carpetas abiertas debido a las urgencias, como las de Ansu Fati (13,95 millones), Raphinha (12,5), Ferran Torres (10), Christensen (9), Iñigo Martínez (9,38) o incluso Eric García (6). Todos están en el escaparate ante un cierre de mercado que se prevé frenético un año más.

Todas estas operaciones son básicas para que el Barcelona pueda meterse de lleno en la búsqueda del extremo izquierdo que refuerce la plantilla. El atasco en este apartado ya provocó que no pudieran ofrecer garantías a Nico Williams para ser inscrito y esa es una lección aprendida de cara a futuras negociaciones con jugadores como Rafa Leao, Coman o Chiesa.

Para poder avanzar en la llegada de cualquiera de estos refuerzos, el Barça tendrá que hacer primero los deberes, algo que a lo largo de todo el verano ha supuesto un auténtico quebradero de cabeza y que sigue preocupando a los azulgranas a poco más de una semana de que se cierre el telón del mercado de fichajes.