Debut soñado de Dani Olmo en Vallecas

Y eso que la noche empezó con un despiste monumental. Así salió el Barça en Vallecas. El equipo de Flick dejó atrás la euforia de las primeras jornadas y se perdió entre el jolgorio en el que se ha convertido el Rayo en los últimos meses. Y es que James Rodríguez, sí, James Rodríguez, estaba en la grada, Camello tenía una medalla de oro entre las manos y la afición local rugía como solo se puede hacer cuando tu club cumple 100 años. Esa locura fue demasiado para un Barça perdido entre el papeleo de los últimos días de mercado. Dani Olmo ya estaba inscrito, pero no sus compañeros en un inicio de encuentro en el que se vieron sobrepasados por la intensidad de su rival.

Y eso que Flick repitió el once que el aficionado azulgrana comienza a recitar de memoria a excepción de Gerard Martín, novedad en el lateral izquierdo. El canterano entró en un equipo en el que Marc Bernal y Pedri volvían a ser la brújula y en el que Raphinha era el enlace con Lewandowski. La fórmula esta vez no funcionó. El Rayo salió intenso, presionó en campo contrario y asfixió a un Barça que colapsó en la génesis del juego. Los franjirojos ganaron los duelos y las ocasiones comenzaron a llegar una detrás de otra, como esa gota que hace surco. Ter Stegen blocó un disparo de Álvaro García, Isi disparó fuera desde la frontal y a la tercera llegó la vencida tras una jugada que concluyó en los pies de Unai López para que fusilara a placer y al palo corto el primer tanto.

El gol fue un despertador para el Barça. Los culés habían regalado el primer cuarto de hora y tocaba corregir a toda prisa para evitar daños mayores. Flick instó a Marc Bernal para que diera un paso atrás y cogiera el timón en la salida y por ahí cambió la dinámica el equipo culé. Los canteranos ya tiran del carro y lo demuestra que hasta el descanso todo el caudal ofensivo azulgrana pasara por las botas de Lamine Yamal. Los culés necesitaban ensanchar el campo ante el paso atrás de los franjirrojos y el 19 se empeñó en encarar a su par una y otra vez hasta emparejar el encuentro. Un disparo suyo lo despejó Cárdenas y un centro provocó las primeras dudas de un Rayo que se marchó al descanso por delante en el marcador y con la tranquilidad de saberse superior.

Tras la reanudación Flick entendió que necesitaba frescura entre líneas y ordenó el debut de Dani Olmo. El exjugador del Leipzig entró por Ferran Torres, desplazó a Raphinha al extremo izquierdo y se ubicó en la mediapunta, una posición que le viene como anillo al dedo. Un par de minutos fueron suficientes para que diera muestras de su gran calidad y originara un espacio que hasta ese momento no había existido. Y es que se asoció a la perfección con Lamine Yamal, Pedri y compañía, asistió a Lewandowski, dejó varios regates y hasta se atrevió con un zapatazo desde media distancia que se estrelló en el travesaño.

Era el inicio del show. Dani Olmo cambió el partido y el Barça se vino arriba, como si hubiera encontrado la pieza que le faltaba. El Rayo fue reculando y el gol llegó casi por aplastamiento. Pedri, muy participativo, habilitó a Raphinha, que ganó línea de fondo, y su pase atrás lo definió el canario para igualar la contienda. A partir de ahí, el vendaval. Flick dio entrada a Balde para ensanchar más el campo y los culés se volcaron. Avisaron con un tanto anulado a Lewandowski por falta de Koundé en el inicio de la jugada y culminó Dani Olmo con el gol que daba los tres puntos al Barça y redondeaba su gran noche. Lo hizo tras una asistencia de Lamine Yamal y un zurdazo rápido, imparable para Cárdenas. Dani Olmo ya está inscrito y ha empezado como un tiro.