Luis Enrique se lleva el primer asalto del duelo español en los banquillos ante Unai Emery

Generosa y efectiva presión del equipo galo, una máquina bien engrasada, capaz de reducir el argumentario del Villa a algún pase largo ocasional. No obstante, el conjunto inglés se fue haciendo fuerte en el repliegue, desesperando por momentos al PSG, plantado en el borde del área rival pero sin la inspiración para derribar la muralla.

Todo apuntaba al gol galo cuando el Aston Villa encontró aquello que había ido a buscar al Parque de los Príncipes. Un robo de McGinn y una posterior contra extraordinaria encontraron la culminación perfecta con el tanto de Rogers, auténtico jarro de agua fría para la animosa grada parisina que sin embargo no alteró las pulsaciones del PSG, capaz de igualar la contienda antes del descanso con un zapatazo de la perla Doué.

Golpe antes de la pausa y nuevo zarpazo inmediatamente después, con una magnífica acción individual en el regate de Kvaratskhelia y zurdazo a la red. La ventaja parisina, lógica a tenor del juego, incrementó el dominio galo. Una salvadora estirada del Dibu Martínez y el fuera de juego de Hakimi evitaron provisionalmente el tercer tanto local, que acabó cayendo por su propio peso en el descuento con Nuno Mendes como ejecutor.