La jueza procesa a Alves por violar a una mujer en una discoteca de Barcelona

En su auto, la jueza ratifica la prisión provisional del procesado y fija en 150.000 euros la fianza de responsabilidad civil que en caso de ser condenado debería abonar a la víctima por los daños psicológicos causados.

Así las cosas, Alves ha sido citado este miércoles para una declaración indagatoria antes de concluir el sumario judicial que se trasladará a la Audiencia de Barcelona para fijar la fecha de juicio. Posteriormente, el tribunal instará a la Fiscalía, a la acusación particular y a Cristóbal Martell, abogado del brasileño, a presentar sus escritos de petición de penas, que podrían llegar a situarse alrededor de los diez años de prisión.

Encarcelado desde el pasado 20 de enero en la prisión barcelonesa de Brians, la defensa del acusado solicitó en varias ocasiones su puesta en libertad a la espera de juicio. Sus abogados intentaron que saliera de la cárcel por última vez el pasado mes de junio, pero como hasta entonces, la justicia lo volvió a denegar.

Sus letrados recurrieron la primera orden de ingreso en prisión, que fue ratificada por la Audiencia de Barcelona. Alves lo intentó de nuevo. Pidió declarar por voluntad propia y cambió su versión de los hechos después de que las pruebas de ADN mostrasen restos de semen del futbolista en la vagina de la víctima. Por primera vez admitió que hubo una relación sexual con la joven y que hubo penetración, aunque dijo que fue consentida. Según el jugador, no lo había reconocido hasta entonces para evitar que su mujer conociese la infidelidad. La joven, en cambio, siempre mantuvo que fue golpeada y violada en el baño de la discoteca.

Los hechos por los que ha sido procesado el exfutbolista del Sevilla, Barcelona, PSG o Juventus ocurrieron el 30 de diciembre del año pasado en los baños de la discoteca Sutton de la capital catalana. Allí acudió la víctima junto a su prima y una amiga, que se encontraban en la zona de baile cuando coincidieron con unos conocidos mexicanos, que invitaron a las jóvenes a acceder a la zona VIP del recinto, donde se encontraba Dani Alves junto a otra persona.

Es entonces cuando según refleja el auto del Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona, un empleado de la zona VIP del establecimiento les comunicó la intención del jugador de invitarlas a su mesa. En principio se negaron pero finalmente aceptaron el ofrecimiento antes de que sus conocidos mexicanos se retirasen del local.

Según el retrato de los hechos elaborado por la juez el presunto agresor estuvo bailando con las tres jóvenes antes de acceder a un pequeño cuarto de baño situado en esa parte de la zona VIP y sin cámaras en su interior. Desde la puerta, mediante gestos, interpeló a la víctima, que acudió al lugar. «Estaba insistiendo y era muy pesado. Me estaba dando asco», declaró la denunciante. «Me colapsé», añadió, en referencia a su entrada al lugar, en el que permaneció durante 16 minutos y en el que habría ocurrido la violación, antes de que la víctima abandonase el lugar antes que el futbolista para explicar lo sucedido a sus amigas, salir de la discoteca y denunciar la presunta agresión sexual.