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El fútbol base da la espalda a los padres conflictivos

El fútbol base da la espalda a los padres conflictivos

La mayoría de los incidentes en partidos de equipos de formación proceden de los propios familiares de los jugadores. Árbitros, clubes e instituciones ya han puesto en marcha programas para evitar a los progenitores que generan problemas

Enrique Miranda

Málaga

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Domingo, 23 de junio 2019, 00:23

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La imagen de los jugadores del Málaga alevín protestando contra el público que había iniciado una acalorada discusión mientras jugaban un partido en Punta Umbría ha dado la vuelta a España. Los futbolistas, de entre 11 y 12 años, se alinearon junto al sector del público, padres del equipo rival, que había iniciado el revuelo y le dieron la espalda, para demostrar que no quieren ver conductas así en los campos de fútbol.

El gesto de estos jugadores en el torneo Costa de la Luz Cup ha vuelto a poner el foco en el comportamiento de los familiares que llenan las gradas de los partidos de fútbol base. En competiciones en las que el resultado o el rendimiento deportivo no tendrían que ponerse nunca por delante de la formación o la educación de los jóvenes deportistas, la mayoría de los conflictos no se inician en el terreno de juego, sino entre los adultos del público que refuerzan este tópico del 'padre hooligan', entendido como el familiar que grita, presiona a los jugadores, insulta y, en el peor de los casos, provoca agresiones físicas.

Aunque es prácticamente imposible controlar a todo el público que va a los campos, el mundo del fútbol base malagueño cada vez está más concienciado para dar la espalda a estos aficionados tóxicos. «Es un problema real. En las actas arbitrales que revisamos cada semana, la mayoría de los incidentes están dentro del apartado del público. Diría que perfectamente el 90% de los conflictos que quedan reflejados provienen de la gradas de los campos de fútbol y no del terreno de juego», explica Bibiano Jiménez, delegado del Colegio de Árbitros en Málaga, que además es licenciado en Psicopedagogía y docente. El colectivo arbitral confirma que el público, que en el deporte base lo forman mayoritariamente familiares y amigos de los jugadores, es la principal fuente de conflicto. «Los clubes están cada vez más concienciados y hacen lo que pueden. En algunos se ha creado la figura del delegado de padres, una persona de confianza del club que está en la grada y que trata de controlar de alguna forma que no haya malos gestos o insultos», relata.Generalizar siempre es injusto y la mayoría de los padres tienen una relación sana con los clubes de sus hijos. «Por mi experiencia, depende mucho de los campos a los que vayas. Es verdad que hay campos en los que se escuchan con facilidad insultos y que en los que el ambiente es tenso. No sé si son los padres, los hermanos mayores o los primos de los jugadores, pero el clima que se genera no es el mejor para los niños», dice Alberto, padre de un jugador infantil de un club de la capital. En otros casos, como el de Eduardo, las primeras experiencias de su hijo con un club de fútbol, hizo que pronto lo cambiara a un equipo de fútbol-sala.

La Policía y la Guardia Civil promueven un decálogo de actuación

«Si hoy toca partido con tu peque... ¡Disfrútalo! Sé ejemplo de deportividad y respeto». Con este mensaje la Policía Nacional compartía el año pasado en su perfil de Twitter un decálogo con recomendaciones para los familiares con niños deportistas. «Asúmelo, tu hijo seguramente no será Iniesta, Nadal ni Gasol, pero es feliz viendo a sus padres en la grada... No le avergüences», publicaba la Guardia Civil en la misma red social para compartir el decálogo. Las fuerzas de seguridad también se han implicado mucho en las últimas temporadas para tratar de reducir los episodios de peleas o agresiones en los campos de fútbol. Estas son las diez recomendaciones para las familias con menores deportistas:

1. Me dejarás elegir qué deporte me gusta.

2. Me animarás y apoyarás, no me gritarás.

3. Pregúntame qué tal lo pasé, no si gané.

4. Respetarás a mi entrenador.

5. No insultarás al árbitro.

6. Si tengo un mal día, no te enfades.

7. Si vamos juntos a un partido, compórtate.

8. Yo no soy Messi, ni Nadal, ni Gasol.

9. No me castigues con el deporte.

10. Disfruta.

Desacreditar al entrenador

Desde los organismos que regulan el fútbol base cada vez se le presta más atención a promover valores de tolerancia, respeto y no violencia en los terrenos de juegos y se insta a los clubes a trabajar con las familias. «Los padres son fundamentales en todo este proceso. Nosotros desde la Federación organizamos charlas con las familias, aconsejamos a los clubes y tratamos de darles las herramientas necesarias para que las familias colaboren con los equipos de sus niños a crear un buen ambiente en el fútbol», dice Miguel Sánchez, delegado provincial de la Federación Andaluza de Fútbol. Aunque Sánchez, que lleva toda la vida ligado al mundo del fútbol, es consciente de que es un problema difícil de paliar: «Hay muchos padres que tienen un comportamiento ejemplar, pero el problema está en aquellos que creen que tienen a un Messi en casa. Son los que elevan el tono, los que se creen que son entrenadores y desacreditan así al técnico que lleva el equipo de su hijo y los que, en casos más extremos, provocan episodios de violencia. Yo siempre digo lo mismo, que el fútbol no es violento, pero sí hay violentos que van al fútbol». Aun así, el representante de la Federación Andaluza asegura que se ha mejorado mucho en los últimos años, que ya se envían delegados federativos a aquellos campos que pueden ser más problemáticos y que el porcentaje de incidentes en una provincia como Málaga, en la que se juegan 700 partidos todos los fines de semana, no es elevado.

En esa misma línea se expresan los clubes consultados, que suelen tener una buena relación con los padres de sus jugadores, aunque consideran que es difícil controlar el comportamiento de todos los espectadores. Lo decía Isaac Jiménez, el coordinador de fútbol-7 del Málaga, a raíz de la anécdota del equipo alevín en Punta Umbría:«Nosotros tenemos muy buena relación con las familias de nuestros jugadores. Han estado siguiendo nuestros partidos y nunca ha habido problemas». Alejandro Kommans, presidente del Vélez, habla de la importancia de esa comunicación inicial con los padres: «Damos charlas a los padres de los niños que se van a inscribir en nuestro club. Les hablamos de los valores del club, del juego limpio, de que rechazamos cualquier tipo de violencia, tanto física como verbal, e intentamos que ese mensaje llegue a todas las familias». El responsable del club axárquico asegura que ellos no han tenido muchos problemas en los campos, «pero por desgracia los incidentes en el fútbol base siguen pasando y es imposible controlar todo lo que pasa en la grada. Los niños muchas veces son testigos de actuaciones de adultos que son lamentables, pero, claro, tú no puedes exigirle a cada padre que entre que te firme un documento de buena conducta», reflexiona.

En la capital malagueña, el Ayuntamiento inició un proyecto a principios de este año con el objetivo de erradicar la violencia y los comportamientos inadecuados de los campos de fútbol base de la ciudad, la Plataforma 090 ('0 violencia 90 minutos'). Su coordinador, José Urbano, que es técnico del área municipal de Deportes, asegura que la colaboración con los padres es uno de los puntos básicos del programa, junto con los directivos y los entrenadores. «Estamos ahora formando embajadores que sirvan de punto de unión con los clubes. Lo ideal es que cada club malagueño tenga su coordinador de la plataforma 090, que puede ser un padre y que ejerza de mediador», comenta. «Muchas veces son los propios padres los que dicen que es una vergüenza lo que se ve en algunos campos de fútbol. En muchos casos no son ni conscientes de su actitud, porque a lo mejor no insultan, pero están todo el partido protestando», dice Urbano.

La Plataforma 090 colabora con varios psicólogos deportivos que aportan su visión profesional del problema. Uno de ellos es Fernando González, que además es entrenador del Málaga Genuine. Su opinión es que hay una gran falta de información entre los familiares de los jugadores: «Muchos tienen una actitud competitiva errónea, creen que así sus hijos serán mejores jugadores. Están mal orientados, porque ser competitivos no es apretar desde la grada. Eso no hace más fuerte a los chavales; al revés, es contraproducente». Aunque considera que sí hay casos que se corresponde al modelo de padre frustrado, que proyecta en el hijo sus aspiraciones como futbolista, cree que sobre todo lo que hay es desinformación: «Hay que orientar la formación de los padres desde los clubes, crear un modelo constructivo y que puedan tener una serie de indicaciones de qué se debe y qué no se debe hacer en un campo de fútbol, acorde también a la edad de los jugadores», declara González.

La Federación Andaluza impulsa un plan pionero de defensa al menor

La Real Federación Andaluza de Fútbol creó este año un plan de Protección y Bienestar del Menor prionero en el país, que pretende combatir las distintas formas de conflicto o abusos sobre los menores en el ámbito del fútbol base y que espera llegar a 700 municipios andaluces y 4.000 clubes. El programa está basado en la formación de los adultos que tienen trato directo con los futbolistas menores de edad, como entrenadores o delegados de los clubes, pero también los propios padres, que podrán participar en cursos y talleres. Además, en 2017 se creó la figura del Defensor del Menor, encargada de desarrollan medidas para combatir y proteger posibles casos de violencia tanto físicas como verbales a menores de edad.

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