Donnarumma, héroe de una Italia camaleónica

Con una mezcla de veteranos como Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci y jóvenes talentos liderados por los Chiesa, Barella o Berardi, sabe brillar pero también atrincherarse. Es ofensiva y vertical cuando puede o le interesa, y practica ese otro fútbol de siempre en modo supervivencia si, como sucedió ante el combinado de Luis Enrique, se le arrincona contra las cuerdas como a un púgil grogui.

No es casualidad y dice mucho en favor de España que el gran héroe del triunfo transalpino en la emocionante noche de Wembley fue su portero, Gianluigi Donnarumma. Sólido durante el partido y decisivo en la suerte final, se agigantó ante los delanteros españoles y disfrutará de la final del 11 de julio antes de cerrar su inminente fichaje por el PSG.

Existían serias dudas y mucho debate en París sobre la contratación de este guardameta para rivalizar con el costarricense Keylor Navas, pero se han disipado con el torneo que está realizando. El ya exportero del Milan llega como agente libre y parece que el jeque catarí Nasser Al- Khelaifi le ha ofrecido un suculento contrato de 60 millones, a razón de 12 kilos por cada una de sus cinco temporadas.

Solo tiene 22 años pero el gigante de 1,96 de estatura supo ejercer de veterano para llevarse el duelo determinante con Álvaro Morata en el cuarto penalti. Se tomó la revancha del mano a mano perdido ante el delantero madrileño que llevó el partido a la prórroga. Pero en la tanda decisiva, Donnarumma le adivinó la intención al ariete de la Juventus y sacó su mano izquierda para desviar un tiro flojo y telegrafiado que permitió a Jorginho la posibilidad de marcar el quinto de Italia y cercenar las ilusiones españolas.

«Es indescriptible. Estaba tranquilo porque sabía que podía ayudar al equipo», declaró a la RAI el portero que, seguramente, pugnará con el inglés Jordan Pickford por ser el mejor de la Eurocopa. Italia padeció ante España como nunca antes en este torneo y le debe a su cancerbero gran parte del éxito de estar en la final. No tuvo que participar mucho, pero Donnarumma estuvo perfecto. Cerca de la media hora, blocó un disparo bastante cercano de Dani Olmo, En el 58, también sacó una mano providencial a tiro de Mikel Oyarzabal, y en la prórroga estuvo atento para despejar de puños un centro perfecto para Morata.

A lo largo de todo el torneo ha mostrado una serenidad que contribuyó en gran medida a la solidez defensiva de la 'Nazionale', que llegó a estar 1.169 minutos sin encajar un gol hasta que la descerrajó el austriaco Sasa Kalajdzic en octavos. «Hace seis años que juego en la Serie A, hay un mayor respeto hacia mí», explicó hace unos días. «Me hago oír y mis compañeros también me escuchan. El portero debe dar las órdenes a la defensa y debemos hacer sentir seguridad y confianza siempre», añadió este guardameta que encarna los valores del portero moderno: gran envergadura, rápido, seguro con las manos y hábil con los pies.

Clasificada Italia para su cuarta final de la Eurocopa, después de la victoria en 1968, pero con derrotas en 2000 y 2012, Donnarumma sigue los pasos de los históricos porteros de su país. «Soy consciente de que antes de mí otros hicieron historia, pero no tengo presión. Los récords de Buffon me motivan; no es fácil pero trataré de batirlos», aseguró en la página de internet de la UEFA.

«Tiene 22 años, así que también un margen de progresión importante. Además es un chico dotado con un carácter fuerte», le alabó en declaraciones a la agencia AFP Walter Zenga, que defendió la portería 'azzurra' en la Eurocopa-88 y el Mundial-90.