La justicia resuelve este martes si Dani Alves puede salir de prisión

Alves fue condenado a cuatro años y medio de cárcel hace un mes por un delito de agresión sexual a una joven en una discoteca de Barcelona en 2022. El exjugador del Barça, Sevilla, PSG y Brasil, entre otros, permanece en prisión provisional desde el 20 de enero de 2023. Lleva, por tanto, 14 meses en la cárcel, una cuarta parte de la condena, por lo que en breve ya podrá solicitar permisos penitenciarios de salida.

Su defensa recurrió la sentencia, que no es firme hasta que resuelva el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). En consecuencia, Dani Alves sigue en prisión provisional y no podrá estar en esta situación más de la mitad del tiempo que marca la condena. Su abogada, además de impugnar el fallo, pidió su puesta en libertad. Considera que debería salir de la cárcel al menos hasta que la sentencia sea firme, extremo que podría ocurrir en unos meses, hasta que resuelva el TSJC, o más de un año si el caso acabara en el Tribunal Supremo. La sentencia señaló que «se valorará de nuevo su situación personal».

La letrada argumentó que ya no existe el riesgo de fuga que esgrimieron los tribunales para denegar las puestas en libertad solicitadas durante la instrucción de la causa. Los jueces y la Fiscalía rechazaron todas las peticiones de salir libre, pues temían que huyera de España para eludir el juicio. El juicio ya se ha celebrado y la pena impuesta no es tan alta como para que tuviera la tentación de intentar irse a Brasil.

Al exfutbolista, condenado por violación a una chica de 23 años en una discoteca de Barcelona el 30 de diciembre de 2022, se le ha añadido un problema inesperado. Si la Audiencia de Barcelona, en contra del criterio de la Fiscalía y de la defensa de la víctima, autorizase su salida de prisión, podría verse con el obstáculo de no poder abandonar aún el penal. Y es que los sindicatos de funcionarios de prisiones llevan días bloqueando los accesos a las cárceles catalanas, como protesta por el asesinato por parte de un preso de una cocinera de la cárcel tarraconense de Mas d'Enric.

Los accesos para internos, trabajadores y servicios están cortados y Alves podría verse en la situación de tener vía libre para salir pero no tener forma física de hacerlo. Esta misma protesta puede impedirle el seguimiento de la vista desde la sala de las videoconferencias del centro penitenciario, ya que buena parte de las cárceles están en servicios mínimos por falta de personal.

La Fiscalía y la defensa de la víctima, en cualquier caso, se oponen a que salga en libertad. Y rechazan que la condena que le impuso la Audiencia de Barcelona por violación fuera de cuatro años y medio de cárcel. Las partes acusatorias reclaman en sus recursos un aumento de la pena. En el juicio, pedían 9 y 12 años de condena.

Su argumento es que no se debería haber aplicado el atenuante de reparación del daño, como sostiene el fallo judicial, por los 150.00 euros que depositó como fianza antes del juicio para indemnizar a la víctima. «Nos preocupa un poco que se transmita a la sociedad el hecho de que las personas que puedan tener una capacidad económica puedan ver reducida su pena», dijo la abogada de la víctima.