El Palo sufre la remontada local

Los primeros minutos del choque fueron para el Cartagena que salió con mucha intensidad y que, además, quería dar las gracias a su público por el comportamiento demostrado hacia ellos ya que, desde diciembre, el último mes que cobraron los jugadores, no han vuelto a recibir remuneración alguna. Al señalar el árbitro el comienzo del partido, el Cartagena le cedió el balón a El Palo y los jugadores locales se abrazaron sobre el césped para que los medios se hiciesen eco de su difícil situación durante treinta segundos.

Pese al dominio en los primeros minutos del Cartagena, la ocasión más clara fue para los visitantes. Un tiro de Pibe a bocajarro era repelido por Limones, mandando el balón a saque de esquina. Era botado el córner y, de nuevo Pibe, lanzó a portería, repeliendo una vez más Limones. Eran momentos en los que los locales lo pasaban mal, puesto que se mascaba el gol para El Palo. Este no tardaría en llegar. En el minuto 23 lanzó una falta el equipo malagueño, y el veterano central Nacho Aranda le ganó la espalda a los defensas.

Respondió con rapidez el Cartagena y, en varios acercamientos pudo conseguir el empate, pero el gol no llegó por mala fortuna en la definición. En el minuto 28, Gato se marchó por velocidad, puso el balón al área y Carlos Martínez, ya rebasado el meta Adri, estrelló el balón en la madera. Poco después, un esférico esta vez a la espalda de la defensa malagueña, le cayó a Carlos Martínez, que intentó marcar con más fuerza que colocación, a lo que respondió Adri con una gran intervención en la portería.

Reacción blanquinegra

Comenzó la segunda parte con los locales, que están en zona de descenso, decididos a conseguir el empate y este llegaría en el minuto noveno del segundo periodo. Un córner que lanzó el Cartagena no lo acertó a despejar ningún defensa de El Palo, y el uruguayo Rivas consiguió el 1-1. En los minutos siguientes, el balón iba de un lado a otro y el gol podía caer para cualquier equipo.

Finalmente, llegó la genialidad del atacante blanquinegro Chus Hevia, que vio al portero adelantado y, con su pierna izquierda y de vaselina, consiguió un auténtico golazo que puso el definitivo 2-1 en el marcador. De esta forma, los locales toman oxígeno y El Palo ahora se ve en la pelea por evitar el descenso, aunque todavía tiene cierto margen de ventaja sobre muchos de sus rivales.