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Domingo, 20 de octubre 2019
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En sus cuarenta y una ediciones no se recordaban incidentes luctuosos en la Carrera Urbana. Ayer llegó el primero. Un joven participante de Melilla, de 30 años, se indispuso en el tramo final de la misma y no pudo ser reanimado por las asistencias. Sucedió en la intersección entre la Plaza de Capuchinos y la Carrera de Capuchinos, que coincide también con el único tramo real de subida que hay en el trazado, en torno al kilómetro séptimo de los diez.
El corredor, de nombre Jesús Millán García, fue atendido por una ambulancia que formaba parte del dispositivo de esta prueba deportiva y que se encontraba a solamente 50 metros de él. Se trata de un vehículo de Socoservis, donde se le practicaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). La intervención se produjo a las 10.50 horas (la salida de la carrera fue a las 10.00), y a las 11.18 se llamó a una UVI móvil del 061, que acudió a la zona del incidente cuatro minutos después. Pese a la realización de la reanimación cardiopulmonar avanzada, el paciente falleció, y un juez acudió más tarde a levantar acta. Hasta pasadas las 13.00 del mediodía no se despejó la zona. Familiares y allegados del fallecido acudieron también al ser informados por la asistencia sanitaria.
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Según las fuentes consultadas, el corredor padecía una patología estructural aórtica. Jesús Millán García había tenido en alguna ocasión algún problema coronario y, según ha podido conocer este periódico, había pasado en junio una revisión médica de forma favorable. Hijo de un policía local de Melilla, nació allí pero estaba afincado en Málaga, donde estaba su novia.
Fuentes municipales confirmaron en un comunicado que la carrera cuenta con un plan de autoprotección que incluye diez ambulancias equipadas con desfibrilador y equipo de primeros auxilios y otros tantos médicos y enfermeros. A esto se suma el dispositivo de Protección Civil con ocho voluntarios, dos vehículos y dos bicicletas y un total de cinco desfibriladores móviles distribuidos por todo el recorrido, además de los desfibriladores instalados en puntos fijos de la red cardioprotegida, como los dos ubicados en la plaza de La Marina y en la calle Larios.
Además, el Ayuntamiento activó el grupo psicosocial de Protección Civil para que tanto este como el Grupo de Orientación y Apoyo Psicológico de Parcemasa asistiesen a los familiares del fallecido, seguramente el dorsal 18.393, que fue el que quedó recortado y sobre la acera en la zona del incidente.
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