El Clínicas Rincón solo aguantó un cuarto en Palencia

Algo que no pudieron evitar los andaluces hasta el punto de obligar al técnico del cuadro malacitano a retirar a un desdibujado Richi Guillén. En el último minuto de la primera entrega el partido iba 16-14, pero un parcial de 5-0 culminado con un mate de Hampel obligó al propio Tomé a pedir tiempo muerto a falta de 31 segundos para el toque de bocina. Un triple a cinco segundos del final de Carlos Corts rompió el parcial desfavorable. 21-17. El mejor al final de los primeros diez minutos Soluade con siete puntos.

Cambio de decoración

En el segundo cuarto cambiaría la decoración para el equipo malagueño, que encajó un parcial de salida de 7-2 culminado con un rebote ofensivo más canasta para el 28-19. Rápido lo rompió un inspirado Soluade con un triple. Los visitantes volvían a acercarse y Nacho Lezkano pidió tiempo muerto con 30-25 a 4:29 para el descanso. Supuso un punto de inflexión para los intereses costasoleños en la noche de ayer, porque, a partir de ahí, proliferó el intercambio de golpes entre ambos conjuntos en los que superaron los ataques a las defensas. En el caso de los morados abanderados por Arteaga y en los visitantes Karahodzic. El Palencia se consiguió disparar en el luminoso tras un mate de Urko con un parcial de 9-0 que obligó a Tomé a pedir tiempo con 47-32 a 40 segundos del descanso.

Dos minutos tras la reanudación tardó en moverse el marcador con dos canastas consecutivas del Clínicas Rincón obra de Sabonis y Romaric. Pero fue un espejismo. El Palencia apretó en defensa y dificultó la productividad defensiva de los visitantes, que no pudieron contra la zona que planteó Lezkano.

Todo eran tiros forzados sobre el límite de la posesión que se iban perdiendo en el limbo. Tomé se dio cuenta y pidió tiempo a 4:29 para el final del tercer cuarto y con una losa más que preocupante de 55-36 en el electrónico. Hasta el momento, el equipo de Málaga sólo se encontró cómodo corriendo a campo abierto. Tal fue el nivel de desesperación que Alfonso Sánchez protestó al colegiado y este decretó técnica con el equipo 25 puntos abajo. El Clínicas Rincón fue incapaz de cortar la sangría y entró en el último cuarto con un duro correctivo (67-42).

Ni más ni menos que con 16 pérdidas empezaron los visitantes el último cuarto. Cifra que aclaraba el porqué de la diferencia en el tanteo. Estaban mentalmente fuera del partido y arrojaron la toalla afrontando un último periodo de auténtico trámite. Tan solo Soluade, con 13 puntos hasta ese momento, superaba la decena de un equipo que en el último cuarto poco o nada pudo hacer. A las ganas de finalizar una noche aciago había que sumar que los palentinos no bajaron el pistón y siguieron aumentando la diferencia con triples, puertas atrás y canastas fáciles. Tomé pidió tiempo para secarlo con 81-53 a 4:28 del final.

Los últimos minutos sirvieron solo para que Quesos Cerrato hurgara si cabe más en la herida. Con dos triples aumentaron la ventaja, que llegó hasta el 91-59 del final.