Marina Gea, médico y 'MVP' del CAB Estepona
La base granadina de 24 años, líder de valoración de un del equipo recién ascendido a la élite, se gradúa este sábado en la carrera de Medicina
Durante la temporada su nombre ha dado de qué hablar más que nunca. Estepona ya comprobó su potencial durante la pasada campaña, pero en esta, ... en la que se ha hecho historia, ha roto todos los esquemas. Marina Gea es una de las tres únicas andaluzas que militan en un CAB Estepona que acaba de lograr la gesta de convertirse en el primer equipo malagueño de todos los tiempos en ascender a la Liga Femenina Endesa. Pero, además, es una de las tres únicas que se mantuvieron respecto a la última plantilla. Hablamos de una base joven e inquieta, con garra y ejemplar dentro y fuera de la pista.
Dentro, ha cerrado la fase regular como la 'MVP' del equipo y la cuarta mejor de la Liga, con un promedio de 17,2 de valoración gracias a una media de 11,2 puntos, 5,4 rebotes y 4,4 asistencias. Algunas de estas cifras las mejoró en los 'play-off' de ascenso, con 18,5 puntos, y 22,5 de valoración. Pero es que, además, fuera también ha cerrado su curso más extenuante al terminar la carrera de Medicina. Esta ha sido, sin duda, la semana más especial de la granadina, que celebró el domingo su 24 cumpleaños junto al ascenso y que este sábado se gradúa en la Universidad de Granada. Una auténtica gesta personal, porque durante su etapa como jugadora ha logrado llevar la carrera al día para acabarla en seis años.
La profesión le viene en los genes, porque Marina siempre ha crecido rodeada de médicos: sus padres, sus tíos y hasta sus abuelos lo son. Es innegable que tiene un don y que además, le mueve su pasión por ese oficio, porque de lo contrario, habría logrado compaginar su doble vida, con tanta naturalidad. Eso sí, con un gran esfuerzo. «He ido sacando tiempo de debajo de las piedras. Estudiaba a cada rato libre, antes de los entrenos, sacrificando tiempo de salir a hacer otros planes… Pero creo que es un esfuerzo que ha merecido la pena», reconoce.
Aun así, muchos se seguirán preguntando: ¿Cómo lo ha conseguido? Al respecto, la base explica: «Solicité un sistema que se llama evaluación única, por el que algunas de las prácticas me las evaluaban con un examen. Además, tengo grandes compañeros que me han tenido al día lo máximo posible, y muchas cosas las he hecho por mi cuenta, pero luego a los exámenes y al resto de prácticas he ido siempre presencialmente». Estos dos años, ha tenido que ir en coche hasta Granada en numerosas ocasiones, pero la temporada más complicada, sin duda, fue la que militó en el Celta, en Vigo. Entonces tenía que coger un avión para acudir a los exámenes.

Este sábado, al fin, podrá celebrar su ansiado título junto a su familia. Eso sí, este próximo curso, en el que se le plantea el reto de poder debutar en la élite, explica que optará por dar prioridad al baloncesto. «El MIR lo aplazaré un poco. Creo que para el año que viene miraré un postgrado o un Máster en Medicina del Deporte o algo así, porque estoy acostumbrada a estudiar y jugar, pero quiero vivir un año más tranquilo en los estudios y ver hasta dónde puedo llegar como jugadora», reconoce.
Días después de la celebración por el ascenso, aún mantiene la voz ronca y sobre todo, la incredulidad ante lo conseguido. «Ha sido increíble. En cuanto vimos entrar a la charanga (en la final, ante el Unicaja Mijas), sentimos que eso se quedaba en casa. El público ha sido la sexta jugadora», valora. Tras quedarse a las puertas del ascenso la pasada campaña, sabe como nadie de la satisfacción de haberlo logrado. Incluso cuando iban ganando por +28 en la final, aún se resistían a celebrar: «Volvieron a aparecer los fantasmas del pasado cuando teníamos ya el partido medio controlado. Lo único que pensamos y transmitimos fue 'por favor, seguimos, no bajemos el pie del acelerador', porque teníamos miedo por lo del año pasado».
Historia para Andalucía
Ahora, todavía en la nube, aún le cuesta creer que ha formado parte de algo histórico y no sólo para el club, si no para toda Andalucía, que volverá a la élite después de diez años. «Como andaluza, es una alegría inmensa que por fin vuelva a haber un equipo en la élite y el haber formado parte de esto ha sido increíble. Pienso siempre en todas las niñas que nos siguen y ahora, el saber que hay un equipo de la tierra que está en Liga Endesa va a ser muy positivo para ellas, para que tengan un referente cercano y puedan sentirse identificadas», reconoce.
Forjada en el Colegio Agustinos de Granada, de júnior dio el salto al RACA, de la Liga 2. Sin embargo, el equipo desapareció por cuestiones económicas y se vio obligada a salir de casa. Acabó en las filas de un Celta al que, en la campaña de su llegada, ayudó a ascender también a la Liga Femenina Endesa. Sin embargo, nunca llegó a jugar en la élite porque ese año fichó por el CAB Estepona. Ahora, aunque cauta, sueña con poder cumplir ese sueño la próxima temporada: «Me veo preparada para jugar en Liga Endesa, me apetece muchísimo y estoy muy a gusto aquí en Estepona, con mis compañeras, que han sido un gran apoyo, y con Francis, que me ha hecho ser mejor jugadora». Este periódico ha podido confirmar que se le ha propuesto la renovación.
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