Ximena Carnevale: la bailarina contemporánea que llegó a Málaga por Innercia
Impulsora de una técnica que combina neurociencia y sensibilidad, transforma la relación con el cuerpo a través de FlowMotion, conectando el movimiento a personas de todas las edades
Nerea Arco
Viernes, 18 de julio 2025, 00:15
Ximena Carnevale se mueve por Innercia. Desde pequeñita su cuerpo ha sido una herramienta de expresión muy valiosa. Durante la entrevista, sus movimientos hablaban más ... que sus palabras, y es que sus manos y su expresión te hipnotizaban. A los cinco años, en un club de pesca de su barrio en Mar de Plata, Argentina, presenció su primera clase de ballet. La sensación que sintió fue tan grande que determinó su camino y la llevó unos años después hasta Málaga, siendo aquí un referente de la danza contemporánea, pero también pedagógica y de la investigación del movimiento.
En 2014 fundó Innercia, una plataforma de creación y pensamiento en torno a la danza contemporánea. Nació en torno a una necesidad de generar comunidad, de tejer redes y dar espacio a este arte en una ciudad como esta. «Para mí, Innercia es el pulso que me permite seguir avanzando. No se trata solo de mostrar, sino de acompañar a quienes crean», explica Ximena. Es un entorno donde los artistas pueden experimentar sin la presión del resultado inmediato, donde hay tiempo para el ensayo y el error. Desde la Caverna de Amores, lugar de creación, exhibición y aprendizaje en Capuchinos, lanzan el proyecto a otros contextos a nivel nacional e internacional, como la residencia otorgada a Celia Reyes tras el Certamen Coreográfico de Madrid o su participación en el festival Sâlmon de Barcelona y a países como México o Costa Rica. La danza traspasa fronteras y la verdadera intención es que se mezcle con los barrios y con la vida.
Ese deseo de escuchar el cuerpo la llevó a co-desarrollar 'FlowMotion Danza', una técnica basada en los principios de neurofisiología y biomecánica creada originalmente por Leo Fabre, y adaptada por ella al contexto artístico. FlowMotion Danza no distingue entre profesionales y principiantes, ni entre edades o capacidades, va más allá de que sean bailarines o no. Trabaja con niñas, adolescentes, adultas, mayores o personas con dolencias físicas. Es un método que busca transformar la manera en la que las personas habitan su cuerpo y reorganiza patrones motrices lesivos que promueven una fluidez consciente.
En la Caverna de Amores, Ximena Carnevale imparte clases semanales de FlowMotion Danza y el proyecto sigue creciendo. Para el verano, ha preparado un intensivo para los días 26 y 27 de julio, con el primer encuentro 'PACK', junto con 'MUM', el método de entrenamiento, investigación y creación de 'La Intrusa' de Virginia García y Damian Muñoz. Estas clases serán para aprender herramientas reales, inspiración y energía para explorar tu cuerpo. «Cuando escucho a alguien decir: quiero bailar pero no sé por dónde empezar. Yo solo le digo: vente y verás todo lo que eres capaz de hacer con tu cuerpo», cuenta emocionada la bailarina. Esa es la magia del cuerpo cuando se le escucha y se le permite disfrutar.
Ella es una raíz viva del folclore y la mezcla con su danza contemporánea. Desde los 13 años baila tango y folclore argentino. «El folclore está en la calle, en las peñas y en la casa. Se cruza con la vida», desarrolla. Esa cotidianidad del movimiento es la que ha volcado proyectos como 'Gualicho' y 'Criolla', donde el cuerpo evoca arte y tradición. Más que una fusión, Carnevale habla de intervención, de cómo hacer que su cuerpo suene a folclore sin renunciar a la técnica adquirida en el ballet o la danza contemporánea. En *Criolla*, por ejemplo, combina el malambo argentino con la verticalidad del ballet, cruzando lenguajes sin forzar, dejando que el ritmo dialogue. «No quiero quedarme en ese lugar del bailarín inamovible», explica. Por eso, a veces sube a un escenario, y otras simplemente camina con su maleta, su música y su danza, para encontrarse con la gente.
Al preguntarle por el futuro de Innercia, responde con claridad: «Me gustaría que siguiera vivo. Que se abrieran más puertas al barrio. Que vinieran artistas de Iberoamérica. Que hubiera alguna residencia más. Pero que sigamos aquí, haciendo red». Quizás esa sea la clave de todo, persistir desde la pasión, como lo hace Ximena Carnevale, porque parece que ese es el motor que hace que el cuerpo se impulse hacia delante. Como aquel primer impulso que una niña le dijo a su madre que quería ser bailarina.
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