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Blanca Suárez y Rubén Cortada, en la presentación de la serie
El verdadero final de 'Lo que escondían sus ojos'

El verdadero final de 'Lo que escondían sus ojos'

A falta de un capítulo para que termine la serie de Telecinco, te adelantamos el desenlace de la historia y te desvelamos cómo transcurrió la relación entre Serrano Suñer y la marquesa de Llanzol. Las consecuencias del romance provocaron un gran escándalo décadas después

Mari Carmen Parra

Martes, 13 de diciembre 2016, 23:30

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Lo que escondían sus ojos es una de esas series llamadas a ser éxito de audiencia. Atractivos actores y una historia de amor entre dos personajes de la historia de España son unos factores que suman bastantes puntos para dar como resultado una ficción ganadora.

Blanca Suárez y Rubén Cortada son los guapos intérpretes que protagonizan Lo que escondían sus ojos, una serie, con cierto 'glamour franquista', que trata la historia de amor furtivo que vivieron Serrano Suñer (Rubén Cortada), cuñado de Franco, con Sonsoles de Icaza y León, la marquesa de Llanzol (Blanca Suárez) y que está basada en la obra homónima de la periodista Nieves Herrero.

La miniserie, que se emite en Telecinco, consta de cuatro capítulos, de los que solo falta uno, dirigidos por Salvador Calvo y que tiene guión de Helena Medina.

Las reacciones, tras la emisión de los primeros episodios, no se han hecho esperar y los herederos de la marquesa de Llanzol se han mostrado molestos con el estreno de la serie, tal y como se hizo eco la web Vanitatis en una publicación del 21 de noviembre. A pesar de las críticas de los familiares, el reparto aseguró en la presentación ante los medios de que era una historia que se había tratado con "mucho cariño y respeto".

Sea como fuere, Lo que escondían sus ojos es una ficción y su trama no refleja todo lo que aconteció en realidad. Y, ¿qué ocurrió? Pues... sigan leyendo (ojo puede contener spoilers):

La relación clandestina entre Serrano Suñer y la marquesa de Llanzol fue uno de los grandes escándalos de la dictadura de Franco. E romance de Serrano Suñer y Sonsoles de Icaza fue amor a primera vista, desde que se conocieron en el hotel Ritz.

Sonsoles de Icaza y León estaba casada con Francisco de Paula y Díez de Rivera, marqués de Llanzol, un hombre que le sacaba 24 años, y era una de las mujeres más admiradas de la alta sociedad. Por su parte, Ramón Serrano Suñer era cuñado de Franco y uno de sus ministros. Serrano Suñer estaba casado con Zita Polo, hermana de Carmen Polo, que era la esposa de Franco.

Ambos vivieron su amor ajenos a los comentarios que había a sus espaldas. De hecho, las respectivas parejas de la marquesa y del ministro hicieron la vista gorda, aunque esta no fue la posición que tomaron personajes como Carmen Polo, que no podía permitir que su hermana fuese el objetivo de las malas lenguas, por lo que hizo todo lo posible para que el Generalísimo destituyese a su mano derecha.

El marqués de Llanzol aceptó la relación furtiva de su mujer, a pesar de ser conocedor de ella. De hecho, cuando Sonsoles de Icaza y León se quedó embarazada de Suñer, el marqués hizo las veces de padre y aceptó a la hija de la marquesa, de nombre Carmen Díez de Rivera y de Icaza, y la trató como si fuera suya hasta que éste murió.

La niña creció creyendo que era hija de Sonsoles y el marqués, pero su vida dio un giro de 180 grados cuando se iba a casar, puesto que Carmen se enamoró de uno de los seis hijos de Zita Polo y Ramon Suñer, Ramón Serrano Polo. La relación de la pareja estaba tan consolidada que decidieron casarse y fue en este momento cuando a sus familiares no les quedó más remedio que contarles la realidad de su parentesco: eran hermanos (por parte de padre).

La noticia sumió en una gran depresión a Carmen Díez de Rivera y de Icaza que la llevó a ingresar en un convento y más tarde se marchó como cooperante a Costa de Marfil, país en el que vivió tres años.

Cuando regresó a España comenzó una gran amistad con los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía y trabajó con Adolfo Suárez en la época en que éste estuvo al frente de Radiotelevisión Española (1969-1973), ocupándose de las relaciones internacionales por su conocimiento de idiomas. En noviembre de 1975 murió Franco y el Rey accedió a la jefatura del Estado con plenos poderes para destituir al presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, y designar a Adolfo Suárez, que en ese momento era ministro-secretario general del Movimiento, convencido de que era la persona idónea para conducir el proceso de reforma política.

Díez de Rivera dirigía el Gabinete de Suárez en el citado ministerio desde enero de 1976 y en julio de ese año, con 33 años, fue nombrada directora del Gabinete de la presidencia del Gobierno, cargo desde el que abogó por los avances democráticos y la legalización de los partidos políticos, en especial del Partido Comunista.

La proximidad de Carmen Díez de Rivera a Adolfo Suárez y a don Juan Carlos de Borbón siempre dio lugar al cotilleo y a las habladurías que la relacionaban con el expresidente y el rey. Es más, uno de los mayores enfados de Díez de Rivera con su amigo Francisco Umbral fue cuando éste escribió que ella estaba enamorada de Adolfo Suárez.

Por su responsabilidad e influencia en la política del momento, pero también por su atractivo físico y origen familiar, fue conocida con el apodo de 'La musa de la Transición'. A lo largo de los años posteriores ocupó diversos cargos políticos hasta que en febrero de 1999 un cáncer de mama la obligó a abandonar su escaño de eurodiputada.

La enfermedad se le extendió y falleció el 29 de noviembre de 1999 a la edad de 57 años en el hospital San Rafael de Madrid a causa de un cáncerde ovario.

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