

Secciones
Servicios
Destacamos
El venezonalo Rodrigo Blanco Calderón llegó a Málaga buscando cuatro cosas fundamentales para él: «Vivir en España, frente al mar, donde no hubiera invierno y ... donde, además, hubiera una intensa vida cultural». Y así lleva aquí casi siete años ya. Creía que había sido una decisión casual, pero no. «Estaba escrito en mi sangre».
El escritor descubrió en su pregón de la Feria del Libro sus orígenes malagueños. Una llamada de su padre le reveló hace no mucho que su tatarabuela paterna, Dolores Padilla Alcántara, había nacido en Málaga: «el 4 de diciembre de 1866, en la calle de Saavedra. Lola emigró a Venezuela a finales del siglo XIX y allí murió 50 años después.
Blanco Calderón recibió el reto de ser pregonero como «una de las gratificaciones más hermosas» que le ha dado el oficio de «juntapalabras». Emulaba así a su admiradísimo Roberto Bolaño, de quien de joven había leído 'El pregón de Blanes'.
En su discurso, el autor, que acaba de publicar 'Venecos', trazó un retrato del malagueño. Habló de su «nada discreto encanto», del hecho de que aquí «la gente todavía se mira a la cara», de su «saludo peleón» y del «pavor que los malagueños sienten cuando caen dos gotas de lluvia». Él es ya uno más de la ciudad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.